Países Bajos

Un “Unabomber” aterroriza a Países Bajos

Al menos dos cartas bomba han sido recibidas en distintas ciudades del país. El remitente demanda bitcoins y ya envío otra serie de paquetes explosivos a principios de año

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A primera hora de la mañana han estallado dos cartas bombas en diferentes ciudades de Países Bajos. La primera ha explotado en la oficina del banco ABN Amro en Ámsterdam. La segunda a 225 kilómetros, en Kerkrade, en la sala de correos del grupo de electrónica japonés Ricoh.

La Policía ha confirmado a través de su perfil de Twitter que no se han registrado heridos. Según informa Reuters, ahora están investigando si las explosiones están ligadas a una serie de cartas bombas que se interceptaron en Países Bajos a principios de enero.

Según informa el diario DutchNews.nl, el remitente demanda un pago en bitcoins, según les ha confirmado la Policía. Asimismo, el medio neerlandés informa de que es muy posible que las cartas enviadas a principios de año también hayan sido enviadas por la misma persona. Y es que en esos paquetes bomba también se exigía una cantidad en bitcoins.

Así que parece que la extorsión es el principal motivo por el que ese “Unabomber” está enviando cartas explosivas.

En un comunicado de la Policía de Ámsterdam han explicado que antes de las 8 de la mañana, un empleado de paquetería de la oficina de ABM Amro en Ámsterdan escuchó un silbido justo cuando estaba a punto de abrir la carta. “El empleado lanzó la carta y justo después se produjo un ligero estallido”, indicó la Policía. “El empleado ha actuado adecuadamente y, por lo tanto, ha evitado daños mayores”, resalta la Policía local.

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Según recoge Reuters, Kees Van Dijkhuizen, jefe ejecutivo de ABN, había hablado con el hombre que había cogido la carta bomba en la oficina a las afueras de Ámsterdam. “La buena noticia es que no ha resultado herido, la mala es que estas cosas ocurran y que tu gente tenga que lidiar con ello”, indicó Dijkhuizen al Prensa.

En cuanto a la segunda carta bomba, que fue enviada a las oficinas de Ricoh en Kerkrade, en la frontera con Alemania, la compañía japonesa emitió un comunicado. “Afortunadamente no ha habido heridos, pero aquellos que se han visto involucrados están obviamente muy conmocionados”. Reuters informa de que la explosión causó daños en el edificio, que había tenido que ser cerrado para analizarlo.

Horas después se temió que una tercera carta bomba hubiera llegado a Maastricht, aunque finalmente fue una falsa alarma.

La Policía tuiteó la imagen del paquete bomba e indicó que el remitente pedía bitcoins.

Igualmente, en las misivas bombas recibidas desde el 3 de enero, que todo apunta a que han sido enviadas por la misma persona, también se pidió bitcoins. Sin embargo, todas esas cartas fueron interceptadas antes de explotar.

De acuerdo con la agencia EFE, durante el mes de enero, al menos una decena de paquetes bomba fueron enviados a diferentes empresas locales, entre ellas una gasolinera, un hotel y otra oficina de ABN Amro, en Ámsterdam, Róterdam, Utrecht y Maastricht.

Es más, según informaciones de EFe, la Policía estaba todavía investigando quién envió las misivas y el motivo de la acción, porque junto con el paquete bomba también se han recibido cartas de advertencia sobre las que las Fuerzas de Seguridad no han querido dar detalles