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Emmanuel Macron

Benjamin Griveaux, otra ambiciosa carrera política truncada por el sexo

El candidato de Macron a la Alcaldía de París renunció hoy tras difundirse un vídeo de contenido sexual con una presunta amante

Benjamin Griveaux era uno de los jóvenes políticos franceses más prometedores
Benjamin Griveaux era uno de los jóvenes políticos franceses más prometedoresFrancois MoriAP

Benjamin Griveaux, el candidato con el que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, aspiraba a ganar en París en las municipales hasta su retirada este viernes, ha sido desde los inicios del mandatario en política un fiel colaborador para quien la capital francesa suponía un trampolín personal y profesional. Su abandono de la carrera electoral apenas un día después de presentar su proyecto fue motivado por la filtración de un vídeo presuntamente suyo de carácter sexual.

Hijo de un notario y de una abogada, Griveaux, nacido hace 42 años en la Borgoña, en el este del país, militó primero en las filas socialistas, donde fue colaborador de 2003 a 2007 del excandidato presidencial Dominique Strauss-Kahn, caído en desgracia tras una denuncia en 2011 por agresión sexual en Nueva York.

Pasado en el Partido Socialista

Entre 2012 y 2014 fue miembro del gabinete de la exministra socialista de Sanidad Marisol Touraine, y tras un paréntesis político como director de comunicación de la inmobiliaria Unibail-Rodamco, de 2014 a 2016, pasó a formar parte del círculo más íntimo de Macron, de su "guardia pretoriana", cuando este gestó la actual La República en Marcha (LREM).

Los comicios de los próximos 15 y 22 de marzo no eran sus primeras municipales: en 2008 obtuvo un puesto de concejal en los de Chalon-sur-Saône, en el este de Francia, y a estos llegaba por el momento tercero en los sondeos, tras la socialista Anne Hidalgo y la conservadora Rachida Dati. Se había centrado en estas elecciones desde marzo de 2019, cuando dimitió como portavoz gubernamental tras poco más de un año en ese cargo.

La confianza que Macron había depositado en él ya se vio reflejada en el pasado cuando, en junio de 2017, instalado en el Elíseo, fue nombrado secretario de Estado del ministro de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, y pasó a ser su interlocutor privilegiado en ese gabinete.

El hasta hoy candidato había asumido plenamente la filosofía “macronista” y el famoso latiguillo con el que Macron llegó al poder, el “al mismo tiempo” que sintetiza ideas de derechas e izquierdas y que usa para superar esa tradicional brecha. “La seguridad no pertenece a la derecha ni la ecología a la izquierda”, había señalado Griveaux este jueves en entrevista con EFE tras la presentación de su proyecto.

Acólito de Macron

El también diputado no ocultaba en público su admiración por el presidente, solo ocho días mayor que él. “Unos se quedan con las manifestaciones y las huelgas; yo lo hago con su reforma de la fiscalidad, del código laboral y tantas otras reformas aplazadas por políticos de derechas e izquierdas. Macron asume, afronta las cosas de frente y no deja esa responsabilidad a las generaciones futuras. Ese ha sido el mayor cambio respecto a sus predecesores”, sostenía.

El aspirante era consciente de que estos comicios son para LREM una prueba de fuego: "Ganar en París evidentemente tiene un valor simbólico, es la capital, pero estas elecciones son también para LREM una oportunidad de demostrar que podemos aportar soluciones concretas en toda Francia", decía.

Casado, padre de tres hijos y diplomado en la Universidad de Sciences Po y en la Escuela de Altos Estudios Comerciales de París (HEC), Griveaux se presentaba con un proyecto que quería unir diferentes sensibilidades políticas.

Su objetivo, aseguró a EFE horas antes de que estallara la polémica, era “acabar con la guerra de clanes y partidos y responder a los desafíos de los parisinos: la suciedad, la tranquilidad pública, la seguridad...”.

Un objetivo lastrado por una segunda candidatura surgida de su propio partido, la del matemático Cédric Villani, que este último se vio obligado a continuar como disidente, expulsado de LREM cuando Griveaux fue oficialmente investido y él quiso mantener sus planes electorales. Griveaux admitía que el arranque de LREM en las municipales no había sido el deseado, pero daba por superado ese bache.

Al también autor de libros como “Les élites” (2007) o “Salaud de pauvres! Pour en finir avec le choix français de la pauvreté” (2017) se le criticaba por ambicioso y altivo, y pese a haber sido víctima en el pasado de “difamaciones”, la filtración de ese vídeo fue para él un ataque con el que prefirió retirarse por considerar que se ha llegado “demasiado lejos”.