Vietnam

Un español atrapado en Vietnam busca volver a España desde hace dos meses

Diego viajó al país para ayudar a un compañero de trabajo y las autoridades locales le retiraron el pasaporte. Ahora espera en Da Nang con una orden de prohibición de salida del país al menos hasta el próximo 27 de febrero

Imagen de las redes sociales de Diego López
Imagen de las redes sociales de Diego Lópezlarazon

Diego López Ruiz es un ciudadano español, ingeniero de caminos, canales y puertos, natural de la provincia de Palencia, que se encuentra en Vietnam desde el pasado 25 de diciembre, con el pasaporte requisado como consecuencia de una investigación abierta por el Gobierno de Vietnam. Siempre ha estado en libertad, pero sin la posibilidad de regresar a España.

Decidí viajar a Vietnam para ayudar a un antiguo compañero y amigo mío al que estaban investigando y presionando”, declara a LA RAZÓN. El amigo en cuestión es Phuoc, con quien trabajó en la construcción de una carretera estatal vietnamita, la Da Nang Quang Ngai Expressway, concretamente en un tramo denominado “Package 7”. Diego trabajó allí para OHL, empresa constructora española que le contrató entre septiembre de 2015 y noviembre de 2017, cuando finalizó sus labores.

Diego está atrapado allí por ir a ayudar a un amigo. “Phuoc era alguien de mi máxima confianza, y por eso era él quien continuaba mi trabajo mientras yo estaba fuera con la autorización de mis superiores en OHL y la del cliente”, cuenta. A su ex compañero le investigaban por presunta suplantación de identidad. Según aclara a LA RAZÓN, ante la gravedad de la situación lo primero que hizo fue intentar poner todo en conocimiento tanto de los máximos responsables de OHL como los de la Embajada de España en Vietnam.

“Pedí que se me dejara declarar ante un juez en España, y así evitar viajar a Vietnam”, señala Diego. Ante la falta de respuestas decidió a la desesperada reservar un vuelo a Hanoi para el 25 de diciembre. “Dos días después de llegar y a pesar de haberme ofrecido a declarar nada más llegar, el día 27 me solicitan el pasaporte en el Ministerio de Seguridad Pública, donde me dicen que me lo devolverían al salir, algo que no sucedió”. Aquel día prestó declaración ante los inspectores y, actuando de buena voluntad, ofreció el ordenador con el que trabajó, para que quedase a disposición de las autoridades.

Diego fue llamado a declarar varios días más. “Les dije que fui consciente de que podrían aparecer grietas en la carretera más adelante, y que informé de ello tanto a mis superiores allí como al cliente”, comenta. Ese mismo día le dicen que por el momento no le devolverían su pasaporte. “En ese momento les comunico que no me dejan otra opción que informar a la Embajada y al Consulado, a pesar de que me dicen que eso empeoraría las cosas”.

Por qué le investigan

Una vez que el cónsul quedó al corriente de lo sucedido, se puso en contacto con los investigadores, quienes no le dieron más información al respecto, más allá de que estaba siendo investigado por su presunta relación con la aparición de las deficiencias en las infraestructuras.

“Me presionan para firmar varios documentos relacionados con la obra”, señala Diego, quien el 27 de diciembre se negó a hacerlo, ante la pérdida de confianza en las autoridades vietnamitas tras la retención de su pasaporte. “Ese día me comunican a través de un documento que hay contra mí una orden de prohibición de salida hasta el próximo 27 de febrero”, añade. A este respecto, cabe añadir que, según la legislación vietnamita, la requisa del pasaporte es legal en caso de que una persona esté siendo investigada.

El problema viene cuando tras varios interrogatorios y declaraciones, “no se me imputa ningún delito ni pesan cargos contra mí”. En este sentido, tanto el director de obra de su tramo y otros responsables del proyecto se encuentran en prisión. Es más, la lista de detenidos continúa aumentando a medida que avanzan las investigaciones.

La Embajada y el Consulado se pusieron de nuevo en contacto con él para decirle que es recomendable que contrate los servicios de un abogado, para recibir asesoramiento legal. Diego entendía que esto no es necesario pues, no hay caso contra él. Después de varias comunicaciones intercambiadas con OHL durante el transcurso de su estancia allí, la empresa le ofreció los servicios de la firma Baker & McKenzie. La constructora recibe la misma respuesta por su parte.

El 17 de enero el cónsul, Oriol Solá, acuerda con los investigadores una serie de preguntas, que Diego deberá responder por escrito. “Lo que demando en ese momento es la presencia de un representante legal en Vietnam, con quien pueda realizar todas las gestiones de una forma segura, no de un abogado vietnamita", asegura Diego. El Consulado se pusó manos a la obra, y al mismo tiempo Diego pidió ayuda también al Ministerio de Asuntos Exteriores.

En nuestro país el PP se ha involucrado la hora de buscar una solución para traerle de vuelta. Javier Celdrán, consejero de Presidencia y Hacienda de la Región de Murcia, se reunió con el embajador de Vietnam en España, y Paco Bernabé, senador por Murcia, envío una batería de preguntas a Exteriores al respecto, que aún no han sido respondidas.

Mientras tanto, Diego permanece en un hotel de Da Nang, sin recibir ayuda económica, donde sus días transcurren entre visitas de amigos y antiguos compañeros, como Phuoc, y horas haciendo deporte, paseando, jugando al ajedrez o escribiendo. “Una vez que regrese a España, tengo pensado dejar el oficio de ingeniero y dedicarme a otras cosas como realizar labores humanitarias en países necesitados”, sentencia.