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Italia decreta una distancia de seguridad de un metro para prevenir el coronavirus

La OCDE prevé que la economía transalpina no crecerá este año por la epidemia del Covid-19, que ya ha matado a 52 personas

Coronavirus in Italy
Dos turistas asiáticos protegidos con mascarillas recorren las Galerías de Vittorio Emanuele de Milán/EFEPaolo SalmoiragoEFE

Las llamadas a la calma que intenta transmitir Italia siguen sin traducirse en números. Cada actualización de Protección Civil hace tragar saliva a las autoridades, que ven cómo esta crisis tendrá ya un efecto demoledor en su ya de por sí delicada economía. Ayer el portavoz del gabinete de crisis, Angello Borrelli, informó de que el número de contagiados alcanza las 1.835 personas por 52 fallecidos. Se trata de 18 muertos más en las últimas 24 horas. “El incremento era absolutamente esperado”, señaló Gianni Rezza, director del departamento de Enfermedades Infecciosas del Instituto Superior de Sanidad. “Los nuevos casos que estamos encontrando reflejan la presencia de un foco importante en algunas zonas italianas. Se trata de personas que se habían contagiado hace una o dos semanas”, añadió el experto.

Este foco sigue estando en la región de Lombardía, donde más de un centenar de personas continúan además en terapia intensiva. Las buenas noticias que llegaron ayer fueron que el número de contagiados no se incrementó a un ritmo tan alto como el día anterior y que unas 700 personas ya han superado la enfermedad. Más de la mitad de los contagiados se recuperan, además, en sus casas con síntomas leves. Para tener una idea más precisa de cómo evoluciona la epidemia y esperar a un descenso del número de casos habrá que esperar todavía. “Las medidas de aislamiento seguramente tendrán un efecto, pero para comprobar su eficacia deberán pasar unas dos semanas”, informó Massimo Andreoni, del Instituto Superior de Sanidad.

Y siguiendo con esas medidas, el Gobierno incrementó estas disposiciones con un nuevo decreto ley que divide Italia en tres zonas: una zona roja, con los once pueblos confinados; una zona naranja, en la que se encuadran las regiones de Lombardía, Véneto o Emilia Romaña, con un mayor número de casos; y otra zona verde para el resto del país, donde simplemente se recomienda extremar las precauciones.

En esta zona naranja las autoridades recomiendan guardar una distancia de seguridad de un metro con otras personas para evitar los contagios. Además, permanecerán cerrados colegios, universidades, gimnasios, piscinas, cines o teatros. Otros lugares públicos como museos o iglesias sí podrán abrir -ayer reabrió el Duomo de Milán-, aunque respetando esa distancia de seguridad y evitando las aglomeraciones. El asesor de Sanidad de Lombardía, Giulio Gallera, también recomendó a las personas de más de 65 años que salgan de sus casas “lo menos posible en las próximas dos semanas”.

Mientras tanto, Italia sigue sufriendo consecuencias económicas. Distintas compañías aéreas estadounidenses han cancelado sus vuelos a Milán, Ryanair reducirá el tránsito con Italia un 25% y la República Checa se sumó ayer a la quincena de países que han cerrado su espacio aéreo con Italia. Las previsiones de la OCDE pronostican que la economía italiana no crecerá nada a finales de este año, lo que supone un recorte de cuatro décimas con respecto a la última estimación de noviembre. Italia prepara un paquete de ayuda de 3.600 millones de ayuda, para el que espera contar con un mayor margen de flexibilidad de la Unión Europea