Suecia

El líder ultraderechista sueco, a los refugiados sirios: “Suecia está llena. ¡No vengan!"

Jimmie Akesson viaja a la frontera entre Turquía y Grecia para repartir octavillas entre los migrantes

El líder del partido ultraderechista Demócratas Suecos, Jimmie Akesson/REUTERS
El líder del partido ultraderechista Demócratas Suecos, Jimmie Akesson/REUTERSlarazon

La derecha xenófoba europea sueña con que Europa reviva el verano de 2015, cuando una oleada de refugiados desbordó la política de asilo de los países de la UE. Éste es el caso del líder de los Demócratas Suecos (DS), Jimmie Akesson, que viajó ayer a la frontera entre Grecia y Turquía para repartir pasquines entre los migrantes sirios para que desistan de sus intenciones de buscar un futuro mejor en suelo europeo.

«Suecia está llena. ¡No vengan a nosotros! No podemos darles más dinero ni proporcionarles ninguna vivienda. Perdón por este mensaje», se lee en inglés en los panfletos, firmados como “el pueblo sueco, los demócratas suecos”, según informa el diario “Expressen”.

El panfleto repartido por el líder ultra sueco, Jimmie Akesson, entre los refugiados sirios
El panfleto repartido por el líder ultra sueco, Jimmie Akesson, entre los refugiados sirioslarazon

Tercera fuerza política del Parlamento sueco tras sumar el 17,5% de los votos y 62 diputados en las elecciones de septiembre de 2018 con un discurso antiinmigración, el partido ultraderechista ha contaminado el debate político en un tradicional país de acogida. Desde la ciudad turca de Edirne, Akesson defendía que “[los Demócratas Suecos] podemos hablar por una gran parte del pueblo sueco”.

En un artículo en el diario ‘Aftonbladet’ en 2009, Akesson calificó a los musulmanes como la “mayor amenaza extranjera desde la II Guerra Mundial”. En la campaña electoral, no se cansó de culpar a la inmigración del aumento de la violencia y lamentar que “ya no reconoce a Suecia”.

Lo cierto es que no es la primera vez que el líder de DS visita a los refugiados. En 2015, viajó a Lesbos para convencer a los desesperados que huían de la guerra en Siria y Afganistán para que no emprendieran una travesía que solía concluir en Alemania y Suecia. De hecho, el país nórdico tuvo que restringir su política tradicional de acogida después de que ese año 163.000 solicitantes de asilo (35.000 menores acompañados) desbordaran los servicios públicos suecos. En cinco años, 600 refugiados llegaron a Suecia.

En su cuenta de Twitter, Åkesson ha colgado una foto suya en la frontera con una chaqueta con el logo de su partido y el lema “Cerrad la frontera”, y recordó que su partido hizo “todo lo que pudo” para impedir la crisis de refugiados de 2015 y que ahora hace lo mismo para que no se produzca una situación similar. Para el líder populista, resulta necesario apoyar a las autoridades de Atenas porque la frontera griega es la frontera de Europa.

“Creo que es importante formarse su propia idea de cómo está el asunto. Muchos con los que hemos hablado quieren ir al norte de Europa y nombran sobre todo Alemania y Suecia”, declaró Akesson a la edición digital del “Expressen”.

Los últimos sondeos colocan a DS como segundo partido más votado, superando a los conservadores del Partido Moderado, y, en algunas encuestas, llegan a desbancar por primera vez a los socialdemócratas del primer ministro Stefan Löfven como primer partido de Suecia. Hasta ahora, ninguna formación está dispuesta a pactar con ellos, lo que obliga a mantener difíciles equilibrios como el actual: un Gobierno rojiverde en minoría tolerado por centristas y liberales para evitar que la ultraderecha sea el árbitro político del país escandinavo.

En opinión del periodista Daniel Poohl, editor de “Expo”, la revista antiracista fundada por el desaparecido Stieg Larsson, “los problemas políticos en los que los Demócratas Suecos son francos y tienen credibilidad, incluidos los relacionados con la criminalidad y la seguridad, ocupan actualmente un lugar destacado en la agenda política de Suecia”.

La actual crisis migratoria la desató el 28 de febrero el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que decidió abrir su frontera a los sirios que huían de la guerra por la falta de apoyo de la UE en su ofensiva contra el régimen de Bachar al Asad. “Si los países europeos quieren encontrar una solución a esto, deben apoyar los esfuerzos de Turquía por una solución política y humanitaria en Siria”, advirtió el líder turco en un discurso televisado.