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Vladímir Putin

La Duma da luz verde a que Putin pueda estar en el poder hasta 2036

El Parlamento aprueba con abrumadora mayoría la enmienda que elimina la restricción constitucional a dos mandatos consecutivo

Russia's State Duma debates amendments to the country's constitution
Vladimir Putin tras su discurso hoy en el Parlamento rusoYURI KOCHETKOVEFE

¿Se imaginan al presidente Vladimir Putin dirigiendo Rusia cumplidos los 83 años? Él sí. También la Duma y hasta la primera mujer que viajó al espacio se lo imagina, de hecho, la propuesta de perpetuarlo en el poder fue de ella, de Valentina Tereshkova, hoy reconvertida en diputada y portavoz del partido oficialista Rusia Unida. En la sesión parlamentaria de ayer, celebrada para aprobar en segunda lectura las reformas de la Constitución, tomó la palabra la ex astronauta y propuso que Putin continuara siendo presidente del país más allá del 2024, año en el que por ley tendría que dejar de ser candidato al haber agotado todos los mandatos establecidos, que son dos. «¿Por qué hacer construcciones artificiales?», preguntó la diputada del partido en el poder. «Hay que estipular todo de manera franca, abierta y pública o eliminar el límite de la cantidad de mandatos presidenciales en la Constitución; o, si la situación lo requiere y, sobre todo, la gente lo quiere, introducir en la ley una posibilidad para que un presidente actual vuelva a ser reelegido para el puesto, ya conforme a la renovada Constitución», dando así «la oportunidad de que el actual presidente sea reelegido sería un factor de estabilidad para nuestra sociedad». Putin, que estaba citado al final de la sesión, dio las gracias a la heroína de Rusia y, después de felicitarla por su reciente cumpleaños, dijo a los allí congregados que lo veía posible solo si esa iniciativa tuviese el respaldo del Tribunal Constitucional, algo que no parece muy difícil.

Mucho se viene especulando durante los últimos meses con la idea de que la reforma de la Constitución rusa solo sea un mero trámite para perpetuar en el poder a Putin, aunque éste había rechazado esa propuesta siempre que había sido preguntado por ello. «Que el Tribunal Constitucional dé su visto bueno a que esta reforma no contradice los principios y principales salvaguardas de la Constitución», aseguró Putin, esta vez más cómodo en su papel de futuro candidato. «Creo y estoy firmemente convencido de que un poder presidencial fuerte es absolutamente necesario para nuestro país y para la estabilidad», aseveró el presidente, citando ejemplos de otros países donde no hay límite de mandatos, recordando a Franklin D. Roosevelt, el único presidente de Estados Unidos que ganó cuatro elecciones seguidas y gobernó su país entre 1933 y 1945. Asimismo, defendió «la necesidad de un cambio de poder para la dinámica del desarrollo del país», asegurando que se están «aceptando enmiendas a la Constitución no por un año, ni por dos, ni por diez, sino al menos por 30 o 50. Y la sociedad debería tener garantías de que habrá un cambio de poder regular».

El presidente también descartó el adelanto electoral propuesto por el Partido Liberal Demócrata liderado por Vladimir Zhirinovsky, que pretendía ir a las urnas el 20 de septiembre. Al finalizar la intervención del presidente comenzó la votación que aprobó las enmiendas a la Constitución, entre las que se encontraba la de darle a Putin mandatos sin restricciones. Todas ellas fueron aprobadas por 380 votos a favor y 43 en contra. Si el Tribunal Constitucional de Rusia da el visto bueno, Vladimir Putin podría convertirse en el presidente más longevo del país, superando al mismísimo Stalin.

Después de pasar por la Duma (Cámara Baja), las enmiendas a la Constitución deben ser aprobadas también por el Consejo de la Federación (Cámara Alta) para luego ser firmadas por el presidente. El último paso será el referéndum, ya que se someterán a la votación de los ciudadanos rusos en una consulta que tendrá lugar el próximo 22 de abril.

En diciembre, el presidente anunció un ambicioso plan para la reforma de la Constitución rusa que muchos han catalogado como de estrategia para permanecer en el poder gracias a los cambios que ayer se aprobaron. La Carta Magna rusa, sin revisar desde que su redacción en los noventa, pretende reflejar los cambios experimentados por la sociedad y el país en los últimos años gracias al asesoramiento de personajes relevantes de Rusia, tales como politólogos, economistas o personalidades de la cultura.