Angela Merkel

Merkel: “Es la mayor crisis de Alemania desde la Segunda Guerra Mundial”

En su primera alocución televisada desde que es canciller llama a la unidad y a la cooperación. El Gobierno teme el contagio de diez millones de alemanes si no se cumplen las recomendaciones

German Chancellor Merkel address to the nation on coronavirus
La canciller alemana, Angela Merkel, se ha dirigido al país esta tarde por televisiónARMANDO BABANIAgencia EFE

Angela Merkel calificó este miércoles de “grave” la crisis provocada por el coronavirus y aseguró que Alemania afronta el mayor desafío desde la Segunda Guerra Mundial. Unas palabras dramáticas con las que la canciller se dirigió a la nación en un discurso televisado en el que instó a los ciudadanos a seguir las normas para poner freno a la pandemia. “Es grave. Tómenselo en serio”, advirtió Merkel quien aludió a un reto que depende de “la actuación común y solidaria”.

“Debemos demostrar, incluso cuando nunca antes hemos vivido algo así, que podemos actuar con corazón y cabeza y así salvar vidas. Esto va sin excepciones para todos y cada uno y, por eso, a todos nosotros”, afirmó en su primera alocución televisada desde que es canciller, en 2005.

Hasta el momento, Alemania contabiliza más de 12.000 infectados por el coronavirus y acaba de superer la barrera de los 30 fallecidos. “Creo firmemente que superaremos esta prueba si realmente todas las ciudadanas y todos los ciudadanos lo asumen como su tarea”, prosiguió Merkel. “Dependerá, aunque no solo, de cómo de disciplinados seamos todos siguiendo las reglas e implementándolas”, subrayó en referencia a los cierres masivos de comercios, establecimientos y colegios, a las restricciones de movimiento, al teletrabajo, entre otras medidas.

“Debemos limitar el riesgo de contagio de la única forma posible” y ésta es: “Reducir la vida pública al máximo posible”, aunque con “sentido común y medida”. “Cumplan las normas que rigen para estos días”, apostilló la canciller, que llamó, por ejemplo, a que los abuelos no se encarguen de los nietos una vez cerrados los colegios, pues los mayores están dentro del grupo de riesgo.Las actuales limitaciones, “difíciles de decretar en una democracia y solo temporales”, son “de momento inevitables para salvar vidas”.

El objetivo principal, según la canciller, es “ralentizar la extensión del virus” para “ganar tiempo”, limitar el número de contagios -y de fallecimientos-, no sobrecargar el sistema sanitario y dar margen al desarrollo de un medicamento o una vacuna contra el coronavirus.

En lo relativo a la economía, Merkel aseguró que el Gobierno alemán hace “todo lo que puede para suavizar las consecuencias económicas”, y especialmente para “defender todos los puestos de trabajo”. “Podemos y haremos todo lo necesario para ayudar a nuestras empresas y trabajadores a atravesar esta dura prueba”, indicó.

También instó a los alemanes a evitar acaparar alimentos y bienes de primera necesidad, como ha estado sucediendo en los últimos días, llegando a provocar desabastecimientos puntuales. “Almacenar tiene sentido, como siempre. Pero con medida. Acaparar como si no fuese nunca más a haber es ridículo y, en último término, insolidario”, advirtió la canciller tras asegurar que el suministro diario en los supermercados alemanes está garantizado. Merkel urgió por último a los alemanes a no creer “rumores” sobre la nueva enfermedad, sino acudir a los comunicados oficiales.

“Desarrollo exponencial de la epidemia”

La intervención de Merkel se conoce poco después de que Lothar Wieler, presidente del Instituto Robert Koch (RKI), la agencia alemana para el control de enfermedades contagiosas, haya alertado de que más de 10 millones de personas podrían contagiarse de coronavirus en el país si no se acatan las medidas anunciadas por las autoridades.

"Tenemos un desarrollo exponencial de la epidemia", ha constatado Wieler, que ha apelado a los 83 millones de habitantes de Alemania a reducir a toda costa los contactos a nivel social. Así, ha recordado que el virus sólo se transmite de persona a persona.

Si bien Alemania no ha ordenado aún intervenciones tan severas como las de países como Italia y Francia, el Gobierno dispuso a principios de esta semana una serie de medidas destinadas a reducir drásticamente la vida pública, informa Ep.

Estas incluyen el cierre de bares, clubes deportivos e instalaciones de ocio y tiempo libre, y la suspensión de reuniones y servicios religiosos, que quedan ahora prohibidos. Casi todos los centros educativos del país han sido cerrados.

En Europa, el recuento sitúa a Alemania detrás de Italia y España en cuanto a número de infecciones totales por coronavirus. Las regiones más afectadas son Renania del Norte-Westfalia, con 3.800 infectados, Baviera, con casi 1.800, y Baden Wurtemberg, con más de 1.600, mientras que 28 han fallecido en todo el país.

Otros expertos van más lejos y estiman que el virus podría llegar a infectar a un 70% de la población, lo que supondría una cifra entre 50 y 58 millones de personas.

Las medidas del Gobierno no están dirigidas a detener el brote, algo que ya es imposible, sino más bien a frenar la propagación para evitar que las infraestructuras sanitarias del país se vean desbordadas. Wieler ha pedido por ello que se duplique la capacidad de plazas de cuidados intensivos en los hospitales alemanes para hacer frente a la pandemia.