Brasil

Brasil declara el “estado de calamidad” por el coronavirus

El presidente Bolsonaro admite que puede estar infectado. 22 personas de su equipo que viajaron con él a EE UU están contagiadas

Bolsonaro anuncia subsidios para informales y autónomos por el COVID-19
El presidente Jair Bolsonaro durante una rueda de prensaJoédson AlvesEFE

El Senado brasileño aprobó este viernes una resolución que declara al país en “estado de calamidad pública” después de que se registraran ocho muertos y 621 casos de la enfermedad Covid-19. La medida, de carácter administrativo y ya aprobada en la Cámara Baja, libera al Gobierno de la obligación de cumplir con el objetivo fiscal previsto para este año, que propone un déficit de 124.000 millones de reales (unos 23.200 millones de euros), equivalente al 1,5 % del producto interior bruto (PIB).

La declaración del estado de emergencia se produce cuando el diario O’Globo publica declaraciones del presidente Jair Bolsonaro en las que admite dice que ya pudo haber sido infectado con el coronavirus y menciona una posible nueva prueba. El mandatario se sometió hace unos días a dos test. El primero dio positivo, y el segundo, negativo. Hasta ahora, 22 personas que viajaron con Bolsonaro a Estados Unidos han sido contagiados por el virus.

También dará mayor flexibilidad al gasto, con lo que el Gobierno podrá alterar las partidas presupuestarias sin la autorización parlamentaria que exigen las leyes. El “estado de calamidad”, que estará en vigor hasta el próximo 31 de diciembre, fue aprobado por el Senado en la que ha sido la primera sesión virtual de su historia.

La medida, si bien dará más libertad al Gobierno en la ejecución de los presupuestos, no le eximirá de atenerse a una ley aprobada en 2017, que limita el aumento del gasto público anual a la tasa de inflación del ejercicio inmediatamente anterior, que en 2019 fue del 4,31 %.

Por tanto, aunque podrá alterar el destino de los recursos previsto en los presupuestos, el Gobierno no podrá aumentar el gasto, a menos que solicite al Parlamento una suspensión de la ley de 2017, que debería ser discutida por ambas cámaras.

Aunque el Gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro ha adoptado una línea económica absolutamente liberal, la emergencia provocada por el coronavirus le ha obligado a disponer de dinero público para ayudar a las capas más pobres de la sociedad y a las empresas frente al previsible deterioro económico que traerá la pandemia.

Hasta ahora, el Gobierno ha anunciado diversas medidas para intentar anticiparse al previsible agravamiento de la crisis económica del país que traerá el COVID-19. Esta misma semana, el Ministerio de Economía anunció un plan de choque que incluirá una inyección de 147.300 millones de reales (unos 27.600 millones de euros) en la economía.

Casi el 50 % de ese dinero será destinado a la población más pobre del país, a través del ingreso anticipado de diversas ayudas sociales y de la liberación de ahorros de los trabajadores retenidos en fondos de garantía laboral, entre otras medidas.

Asimismo, el Ejecutivo ha suspendido por tres meses algunos de los impuestos aplicados a las empresas y más recursos para el área de salud, que se suman a los 5.000 millones de reales (unos 937 millones de euros) ya liberados de los presupuestos.

El comercio cierra

En las principales ciudades del país, el comercio ya ha cerrado sus puertas casi en su totalidad y, aunque aún no se han adoptado medidas que restrinjan la circulación de personas, el Ministerio de Salud ha recomendado a los brasileños que "se queden en casa".

Hasta ahora, según los últimos datos oficiales, en Brasil se han registrado unos 650 casos de coronavirus, con siete muertes, pero la previsión de las autoridades sanitarias es que el pico se alcance en mayo. La pandemia ha llegado con el país aún bajo los efectos de la recesión de entre 2015-2016.

En 2017 y 2018 se recuperó el crecimiento, pero a una tasa anual del 1,3 %, que perdió fuerza en 2019, cuando la expansión fue del 1,1 %. Para este año, el Gobierno esperaba un crecimiento del 2,3 %, pero ya ha rebajado esa previsión al 2,1 %, a la espera de un nuevo recorte como consecuencia de la pandemia. EFECOM