Coronavirus
La tragedia parte a Italia en dos: Lombardía se hunde mientras Véneto se recupera
La fragmentacion territorial da distintas respuestas a la crisis: la primera región récord de muertes, la segunda sigue la exitosa vía coreana
Hay una parte de Italia que ya está sumida en la desesperación y otra que intenta salir de ella siguiendo los pasos de Corea del Sur. La primera se localiza en Lombardía, la región más poblada del país, y especialmente Bérgamo, mientras que la otra se halla en el Véneto. En otras circunstancias, ambas estarían compitiendo por su industria o exportaciones, ya que son dos de las zonas más ricas de la península itálica. Sin embargo, en esta ocasión no se trata tanto de recursos, sino de la estrategia que han seguido.
Después de que ayer Italia registrara un nuevo récord de fallecidos en un solo día, con 627, Lombardía concentra el 60% de los casos de todo el país. De los 4.032 muertos que se han contabilizado en Italia, 2.549 pertenecen a Lombardía. Mientras, Véneto ayer vio también un incremento importante, pero esa cifra se queda en 131. La comparación es pertinente, ya que en ambos territorios se localizaron los primeros focos de contagio el 21 de febrero.
Por un lado, en el municipio lombardo de Codogno y una decena de pueblos circundantes. Y, por otro, en Vo’Euganeo, una pequeña aldea véneta. Un día después de esto, el Gobierno confinó las dos zonas, nadie podía entrar ni salir del área municipal. Sin embargo, en Vo’Euganeo se realizaron 3.000 pruebas, una por cada ciudadano, mientras que en Codogno y el resto de localidades lombardas solo se siguió la pista de quienes tenían síntomas o habían estado en contacto con positivos. Habría que precisar que en los pueblos lombardos viven 50.000 personas y están a unos 60 kilómetros de Milán; y que Vo’Euganeo es mucho más pequeño y sólo tiene cerca Padua, una ciudad de 200.000 habitantes. Además, en Codogno se cree que el virus se propagó en el hospital al que acudió el considerado «paciente uno».
Vo´Euganeo, el “tapón” del coronavirus
Favorecido por su demografía y posición geográfica, el resultado fue que en Vo’Euganeo consiguieron taponar el virus, pero en Lombardía se propagó sin control. Aun así, los epidemiólogos creen que llevaba semanas circulando por allí, por lo que la única solución hubiera sido cerrar la región de inmediato. Sin embargo, desde el inicio del foco hasta el aislamiento pasaron más de dos semanas y en medio hubo una campaña en Milán para animar a la población a que no frenara su actividad. Desde hace casi un mes en Lombardía sólo realizan pruebas a pacientes sintomáticos.
Con diez millones de habitantes, Lombardía ha realizado 57.000 test, con un balance de 15.420 contagiados y 2.549 fallecidos. Los médicos de sus hospitales aseguran que si ya no se hacen más controles es porque están tan sumamente desbordados que solo pueden destinar sus recursos a los pacientes más graves. En Véneto, con cinco millones de habitantes, han hecho 49.000 pruebas, hay han 3.677 contagiados y 131 muertos.
Ahora el gobernador del Véneto, Luca Zaia, ha subido la apuesta y asegura que pasará de 3.000 pruebas diarias a unas 11.000, siguiendo el ejemplo coreano. «Hacer un test cuesta 18 euros, mientras que un paciente en cuidados intensivos tiene un coste de unos 3.000 euros diarios», justifica. Otras regiones como Emilia Romaña, Toscana o Campaña ya se han sumado a la iniciativa. Con todo, desde el Gobierno –recelosos de que cada región afronte una estrategia distinta– no terminan de aceptar esta corriente de controles masivos. «El test no es un arma decisiva, sólo ofrece una fotografía del momento. La batalla sólo se libra con nuestros comportamientos», aseguró el presidente del Instituto Superior de Sanidad, Silvio Brusaferro.
Pero las medidas de aislamiento siguen sin ofrecer resultados cuando ya nos acercamos a la segunda semana desde que se aplicaron en todo el país. «Todavía no sabemos cuándo llegará el pico de contagios, pero creo que los que vemos ahora son resultado de días anteriores, cuando aún no estaban las normas más restrictivas», dijo ayer el jefe de la Protección Civil, Angelo Borrelli. El Gobierno se plantea endurecer aún más las excepciones para salir, ya que en las últimas horas se han registrado multitud de denuncias de gente que acude a hacer deporte en grupo o que sale a calle como si nada. También el despliegue del Ejército en todo el país y el cierre de los supemercados los fines de semana. En Véneto han clausurado los parques y en Roma aumentarán los controles policiales.
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