Coronavirus
Estos son los peores países para que se propague el coronavirus
La seguridad global también se ve afectada por la crisis del Covid-19. En algunas naciones el brote de este nuevo virus tendría consecuencias inimaginables
La pandemia de coronavirus ha puesto en jaque al mundo entero y ha paralizado la vida social y laboral de más de dos mil millones de personas. Los sistemas sanitarios no se habían enfrentado a una amenaza tan grave en las últimas décadas, como refleja la actual saturación y falta de equipamiento en varios países. El FMI prevé una recesión económica tan grave como la de 2008. Pero, ¿cómo afecta el Covid-19 a la seguridad mundial?
Entrevistamos a Mattia Caniglia, director de World Terror Watch en el European Strategic Intelligence and Security Center (ESISC). El experto analiza para LA RAZÓN las claves de esta crisis sin precedentes y sus efectos fuera de Occidente. Caniglia augura que si el brote se propaga en países como Siria, las consecuencias serían “inimaginables”. Y es que hay gobiernos en el mundo que “simplemente no tienen la capacidad de controlar una epidemia como esta”.
En el ESISC, el director de World Terror Watch asegura que siguen las informaciones sobre el coronavirus muy de cerca “como parte del servicio que ofrecemos a nuestros clientes, brindándoles la inteligencia necesaria para mantener sus negocios, su personal y activos a salvo y seguros”.
Caniglia, especializado en seguridad internacional y terrorismo, dibuja un mapa de aquellos países donde el brote de Covid-19 será más catastrófico aún. También advierte de que el Estado Islámico intentará sacar partido de esta crisis, “sobre todo a nivel propagandístico”. Una propaganda, que según el experto, no hay que subestimar.
En cuánto a la seguridad, ¿en qué países sería aún peor que se propague el Covid-19?
En este momento Europa y EE UU parecen el epicentro de esta pandemia, aun así, una propagación masiva en Oriente Medio y África puede tener consecuencias desastrosas. Ambas regiones ya tienen problemas políticos graves que se podrían complicar aún más si se unen a una crisis del coronavirus como la que se vive en Europa.
Algunos países ya lidian con agitación social o grupos terrorismo como Siria, ¿qué pasará allí?
Varios países han experimentado protestas y agitación social en los últimos meses, me refiero a países como Argelia, Líbano, Irak, Irán y Etiopía. La propia supervivencia del régimen iraní está en juego bajo las circunstancias actuales. También tenemos conflictos abiertos en Libia, Siria, Yemen y parcialmente en Irak. La tensión en Afganistán va en aumento de nuevo.
En cuanto al contexto sirio, la presencia de actores como Rusia, Turquía, Estados Unidos e Irán y los enfrentamientos en la región de Idlib, donde se observa una situación humanitaria extrema, hace que el impacto de un grave brote de coronavirus pueda tener consecuencias inimaginables. No solo en plano humanitario, sino también a escala geopolítica global. Asimismo hay países con conflictos étnicos o religiosos con recientes escaladas de tensión como Etiopía o Nigeria. Además, Egipto y Nigeria también están sufriendo un crecimiento demográfico sin precedentes, lo que hace casi imposible contener un brote del virus.
Finalmente, tenemos países que sufren insurgencias terroristas islamistas como Siria, Irak, Yemen, Somalia, Egipto (particularmente en la región del Sinaí), los países del Sahel, Nigeria y Mozambique (en la provincia de Cabo Delgado). Todos estos son países en los que no solo el Estado Islámico o Al Qaeda están activos, sino que a menudo compiten entre sí y ya amenazan la estabilidad política de las instituciones y regiones enteras.
Muchos gobiernos en estas regiones simplemente no tienen la capacidad de controlar una epidemia como esta. Mira lo que sucedió en Irán, donde tienes docenas de altos funcionarios del Gobierno que han contraído el virus. Además de eso, se agrega toda una serie de crisis económicas provocadas por el Covid-19.
Caída del precio del petróleo
El precio del petróleo se ha desplomado. El precio ya iba a estar bajo presión antes de que hubiera una guerra de precios entre Rusia y Arabia Saudí. La guerra de precios ha generado enormes presiones financieras no solo para los gobiernos exportadores de petróleo, sino también para los gobiernos exportadores de mano de obra. Países como Egipto, Jordania y Líbano tienen alrededor del 10% de su PIB proveniente de las remesas de trabajadores en el extranjero. Esas remesas serán limitadas. Es probable que algunos de esos trabajadores tengan que volver a sus hogares y sumarse a los mercados laborales que ya cuentan con un exceso de oferta.
Desplome del turismo
Asimismo, el Covid-19 afecta el turismo, y hay muchos tipos de turismo en Medio Oriente. Existe el turismo de ocio en países como Túnez, Egipto y Líbano. También está el turismo religioso, personas que hacen la peregrinación en Arabia Saudí, Irán e Irak. Otras naciones se han vuelto dependientes del turismo de tránsito: turistas que vuelan a través de Emiratos Árabes Unidos, o viajaros que vuelan vía Qatar en su ruta hacia otros lugares del mundo. La combinación de todos estos factores puede tener un grave impacto en la estabilidad de estos países. Estas crisis en cascada pueden retroalimentarse entre ellas y causar agitación a lo largo de la región generando otra serie de explosiones políticas como las de la Primavera Árabe. Cabe recordar que la Primavera Árabe provocó tres guerras civiles que aún duran hoy.
¿Cómo maneja el Estado Islámico (Daesh) la pandemia de coronavirus? ¿Veremos menos ataques en Occidente y más en países menos desarrollados?
El Estado Islámico tratará de sacar partido del coronavirus a pesar de que -si la pandemia se propaga contundentemente en las regiones donde tiene una presencia relevante- es probable que también sufra el virus. El Estado Islámico intentará, ante todo, aprovechar esta situación a nivel propagandístico. El 19 de marzo, en su semanario oficial, la revista “Al Naba”, el EI escribió un editorial sobre la propagación del coronavirus, aunque no mencionaba el virus por su nombre.
“La peor pesadilla de los cruzados”
El editorial se titulaba: “La peor pesadilla de los cruzados”. En el editorial, el Estado Islámico incitó a sus combatientes y simpatizantes a aprovechar la dramática situación causada en las “tierras enemigas” por el Covid-19: “Lo peor” para Occidente en esta crisis es sufrir “nuevos ataques como París, Londres, Bruselas" y otros lugares. El Estado Islámico incita a sus miembros a que ahora es el mejor momento para atacar, porque los ejércitos “cruzados” y las Fuerzas de Seguridad se han reducido “al máximo” para apoyar los esfuerzos de sus gobiernos lidiando con el Covid-19. Asimismo, explican que también tienen los despliegues restringidos para luchar contra los yihadistas en el extranjero. Por lo tanto, urge a los yihadistas a estar preparados para aprovechar esta distracción y aumentar sus ataques.
También cuentan a sus partidarios que, dada la “oportunidad” presentada por el coronavirus, era su deber liberar a los prisioneros de las cárceles, así como de los “campos de humillación”, siendo este último probablemente una referencia a los campos en el noreste de Siria que albergan a miles de miembros del Estado Islámico y sus familias.
Es importante destacar, que en la edición de la semana anterior de “Al Naba”, el Estado Islámico no hizo llamamientos a los yihadistas a que “no fueran a Europa”, como se ha informado erróneamente en los medios de comunicación. Lo que de hecho hicieron fue dar una lista de “directivas conforme a la sharía para lidiar con las epidemias”.
Con todo, con esta última indicación, lograron subirse al carro de las noticias sobre la crisis del coronavirus, lo que jugó a su favor y les hizo ganar visibilidad global. El efecto de estas tácticas propandísticas no se debe infravalorar, dado que contribuye a crear confusión y miedo entre la población, así como añadir preocupaciones a las Fuerzas de Seguridad y fuerzas del orden en Europa.
El riesgo de ataques en suelo europeo continúa siendo poco probable, dado que el Estado Islámico ya no tiene las redes que hicieron posible los ataques en Barcelona, París o Bruselas, también gracias a las acciones preventivas implementadas regularmente por nuestros servicios de inteligencia. Aun así, el riesgo derivado de esta guerra de información, que está siendo utilizada también por actores estatales como China y Rusi,a es motivo de gran preocupación.
Es probable que las tendencias que hemos observado hasta ahora continúen en el futuro cercano. El Estado Islámico permanecerá muy activo en el Sinaí, el Sahel y África Central. Probablemente intentará aumentar su nivel de acción en Mozambique, donde el lunes se llevó a cabo un ataque complejo y sin precedentes en Mocímboa da Praia, Cabo Delgado. En Afganistán, después de meses de prácticamente inactividad, ya estamos observando un resurgimiento del Estado Islámico, que podría tratar de aprovechar el estancamiento actual en las conversaciones entre los talibanes y Estados Unidos.
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