Coronavirus
El desplome del empleo en EE UU amenaza la reelección de Trump
Una gran recesion se cierne sobre la primera economía del mundo con diez millones de solicitudes de la prestación de desempleo, un dato sin precedentes
Conforme las órdenes de confinamiento se extienden a lo largo del país, el empleo se desploma en EEUU. Con cerca del 90% de los estadounidenses encerrados en casa (300 millones de personas), las cifras de desempleo han experimentado, en la última semana, un dramático ascenso nunca antes visto: 6,6 millones de trabajadores han solicitado ayudas por desempleo. Más del doble del récord histórico de la semana anterior, cuando 3,3 millones de desempleados las solicitaron.
Hasta el mes pasado, la peor semana para el registro de desempleo en EEUU se produjo en 1982 con 695.000 peticiones de prestación. Ahora, un total de 10 millones de estadounidenses se encuentran confinados en casa, sin trabajo y con necesidad de apoyo económico para afrontar esta crisis sanitaria y económicas sin precedentes.
Son los daños colaterales del Coronavirus en EEUU, que auguraba el presidente Donald Trump al afirmar que las próximas dos semanas serían “muy, muy dolorosas” y que ya empiezan a impactar con fuerza en la población.
Mientras las muertes se duplican en apenas tres días, y aún a dos semanas de distancia de alcanzar el pico más alto de contagios, se calcula que cerca de 28 millones de estadounidenses carecen de seguro médico. El Gobierno adelantó que tanto las pruebas para confirmar los casos de contagio como el posterior tratamiento necesario para tratar la enfermedad serían gratuitos, pero la incertidumbre aumenta al mismo nivel que los casos confirmados.
Y es que siguen aumentando, drásticamente y por horas, los positivos por Coronavirus en EEUU. Son ya 230.000 estadounidenses afectados con COVID-19 y más de 5.400 las víctimas mortales.
El estado de Nueva York ha contabilizado 104.000 positivos, y en la últimas 24 horas un total de 1.157 personas han sido hospitalizadas en la ciudad, que registra la mitad de los casos de contagio del estado. El gobernador de Nueva York, el epicentro de la pandemia en EEUU, reclamaba con urgencia material médico necesario, incluyendo más de 3 millones de máscaras y cientos de ventiladores. Y otro de los gobernadores cuyo estado se encuentra más infectado, Ned Lamont, de Connecticut, hacía un llamamiento: “No os creáis lo que dicen en los medios, necesitamos suministros médicos. Todos los gobernadores estamos desesperados”.
California fue el primer estado en ordenar el confinamiento absoluto hace dos semanas, alargando ahora esas tiempos hasta que se tenga controlada la pandemia.
Más de una treintena de estados le han seguido después, incluyendo uno de los más reticentes hasta ahora: Florida. Se empieza a recomendar también el uso de mascarillas en lugares públicos, tras conocerse que el contagio podría ser más fácil de lo que hasta ahora se había conocido. Una nueva investigación presentado a la Casa Blanca sugiere que simplemente hablando o con las partículas que permanecen en el aire cualquiera que esté en contacto con un contagiado por Coronavirus podría infectarse, lo que contradice la versión de la OMS.
Aunque la actividad del país esté paralizada, la Administración de Trump continua con su agenda para frenar el impacto de la pandemia. “Acabo de hablar con mi amigo, el heredero de Arabia Saudí, que habló con el presidente Putin de Rusia y espero que reduzcan aproximadamente 10 millones de barriles, y tal vez más de manera sustancial que, si sucede, será GENIAL para la industria del petróleo y el gas”, anunciaba Trump en Twitter.
Trump también anunció, en su conferencia de prensa diaria, una nueva operación antidrogas centrada en los cárteles mexicanos y en Venezuela, en alianza con 22 naciones, en el Hemisferio Occidental. La operación, que contará con un despliegue de vehículos militares por tierra, mar y aire, se daba a conocer pocos días después de que Washington presentara cargos contra Nicolás Maduro por narcotráfico, quien habría rechazado la propuesta de EEUU de renunciar al poder.
En la misma comparecencia en la Casa Blanca también se habló de la inmigración ilegal, una situación que podría complicarse si la situación legal de aquellas personas en situación irregular que se contagien con la pandemia pudiera estar en riesgo.
Por ahora, el presidente confirmaba que no habrá consecuencias para los indocumentados, consciente tal vez de que gran parte de los agricultores que trabajan en el campo de sol a sol estos días, sin posibilidad de confinarse ni recibir ayudas por desempleo, son indocumentados.
Los agricultores, voto clave del republicano
Y es que un alto porcentaje de estos agricultores que alimentan a la población durante esta pandemia están en situación irregular, según daba a conocer el New York Times en un en inédito reportaje. Sólo en Idaho, el 90% de los 8.000 trabajadores del sector lácteo que pueden seguir trabajando a pesar de la orden de confinamiento en su estado son trabajadores sin papeles.
Sin olvidar que este año se celebran elecciones presidenciales, EEUU ha interrumpido la agenda electoral de republicanos y demócratas hasta que la pandemia deje de ser una amenaza. El Partido Demócrata anunciaba que pospone su emblemática Convención para designar al candidato presidencial que rete a Trump hasta mediados de julio o agosto, en función del coronavirus.
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