Coronavirus

Internacional

Johnson lanza una aplicación para controlar a los infectados tras acelerarse los contagios

Los expertos estiman que el pico se alcance en dos semas tras superar los 2.352 fallecidos con 563 en las últimas 24 horas

El “premier” Boris Johnson tardó en imponer el confinamiento a los británicos, pero el escenario en el Reino Unido, poco a poco, va tomando trágicamente el mismo cariz que en España. Al cierre de esta edición, el número de muertos ascendía a 2.352. Aunque lo realmente preocupante era la velocidad con la que aumentaban las víctimas: en tan sólo 24 horas, un récord de 563 personas perdían la vida a consecuencia del Covid-19. Los expertos esperan que el pico de la pandemia llegue en dos semanas.

En este sentido, los sanitarios denuncian la falta de recursos. Es más, la Asociación de Médicos del Reino Unido (DAUK) ha alertado que doctores y enfermeros del NHS (Sistema Nacional de Salud) han sido amenazados con medidas disciplinarias si transmiten a la Prensa su preocupación ante las condiciones laborales.

Cuestionado por los periodistas sobre la falta de equipos protectores para el personal sanitario, el ministro de Empresas, Alok Sharma, aseguró ayer que se han entregado a los hospitales 390 millones de piezas en los últimos días.

En cualquier caso, las autoridades admiten que hasta finales de abril no se conseguirá llegar al objetivo de realizar los 25.000 test diarios para tratar de frenar la propagación de la enfermedad. Según el Ministerio de Salud, se han realizado en torno a 8.000 test diarios en los últimos días, hasta una cifra global de 152.979 pruebas.

De momento, se están construyendo cinco instalaciones para que las personas sospechosas de estar infectadas puedan someterse a una prueba desde su vehículo particular.

Por otra parte, el Ejecutivo trabaja en una aplicación para móvil destinada a advertir a los usuarios si se han cruzado con alguien que haya dado positivo por Covid-19.

El desarrollo de esta herramienta ha sido liderado por NHSX, la unidad de innovación del NHS, que recalca que en todo momento se respetaran las estrictas normas de privacidad de la UE, aunque oficialmente el Reino Unido ya no es miembro del bloque.

La aplicación utiliza señales de Bluetooth para almacenar una lista de todos los demás usuarios con los que uno se ha cruzado en los últimos días. Si alguien en esa lista se infecta, debe informar a la aplicación. Todos los demás usuarios son alertados y se les aconseja ir a casa y aislarse.

Una herramienta similar está siendo utilizada en Singapur, planteando serias dudas sobre si realmente se respeta las libertades civiles.

Las autoridades británicas recalcan que el usuario recibirá la alerta aproximadamente 24 horas después del “incidente” y no se le informará dónde tuvo lugar la interacción con el individuo contagiado para evitar precisamente que se le pueda identificar.

La aplicación sólo sería eficaz si la utiliza un número significativo de ciudadanos. El Gobierno ya ha advertido que será un “servicio opcional”, aunque el NHS espera que aproximadamente el 50 por ciento de la población se la descargue.

Downing Street tiene la esperanza de que, una vez el número de nuevos casos se reduzca lo suficiente, la aplicación podría ayudar a suavizar las medidas de confinamiento, que es al fin y al cabo uno de sus principales objetivos. Grant Shapps, responsable de Transporte, asegura que si la economía colapsa, la crisis podría generar “más daño que el propio virus”.