Rusia

Putin da un mes de vacaciones pagadas a los rusos para frenar el coronavirus

El líder del Kremlin advierte de que "la pandemia aún no ha alcanzado su punto máximo en el mundo, incluido nuestro país”

El presidente Vladimir Putin ordenó este jueves a la mayoría de los rusos que no acudan a trabajar hasta fin de mes como parte de un cierre industrial parcial para frenar la propagación del coronavirus. Durante un discurso televisado a la nación, Putin dijo que estaba extendiendo el parón laboral que ordenó a principios de esta semana para permanecer en vigor durante todo abril. Hizo hincapié en que todos los empleados deben continuar ganando sus salarios regulares durante el período. Putin dijo que las excepciones para las industrias esenciales seguirán operando, y las tiendas de comestibles y las farmacias permanecerán abiertas.

El presidente aseguró que las estrategias de prevención de virus de Rusia han ganado tiempo y han ayudado a frenar el brote, pero también advirtió de que la cantidad de casos continuará aumentando. “La amenaza persiste, y los expertos creen que la epidemia aún no ha alcanzado su punto máximo en el mundo, incluido nuestro país”, dijo Putin.

El líder del Kremlin dijo que, junto con la protección de la salud pública, también es importante proteger los ingresos de las personas y evitar un aumento en el desempleo. “Una economía eficiente y estable es clave para resolver nuestras tareas, incluso en el sistema de atención médica”, agregó. Putin anunció que dependería de las autoridades regionales decidir qué sectores deberían seguir trabajando en sus áreas, “dependiendo de la situación, qué tipo de régimen se aplica y qué organizaciones podrían seguir trabajando”.

En Moscú, que tiene aproximadamente dos tercios de todos los casos de virus conocidos en Rusia, el alcalde introdujo una estricta cuarentena que se aplicará a través de la vigilancia electrónica. La mayoría de las otras regiones de Rusia siguieron el ejemplo de Moscú, pero algunas áreas hasta ahora indemnes por la epidemia han aplicado reglas más laxas. Las autoridades rusas registraron 771 nuevos casos el jueves, un aumento del 43% respecto al día anterior, lo que eleva el total reportado a 3.548 contagiados y 30 muertes.