Coronavirus
Un documental alimenta la teoría de que el coronavirus salió de un laboratorio
Apunta a que la crisis de la pandemia que está provocada por un factor humano
Desde que a finales del año pasado se comenzara a tener constancia de la existencia de un coronavirus altamente contagioso en Wuhan han sido muchas las teorías sobre su origen. En primer lugar, se apuntó a que el contagio se produjo por el consumo de murciélago, también se dijo que se originó en el mercado de la localidad, en el que se comercia con muchos animales, se ha llegado a decir que el COVID-19 se escapó de un laboratorio militar ubicado en Wuhan o que el primer contagio fue responsabilidad de un militar norteamericano desplazado en el país.
Un nuevo documental que acaba de ser filtrado muestra a Tian Junhua, un virólogo del Centro Municipal de Wuhan para el Control y Prevención de Enfermedades, que viaja por las cuevas de las montañas en busca de murciélagos, para capturarlos y obtener muestras de sangre. El trabajo filtrado, de unos 7 minutos, ha devuelto a la primera plana de la actualidad la posibilidad de que la pandemia sea una crisis provocada por una negligencia del hombre. El laboratorio de Wuhan abrió en noviembre de 2018 y está clasificado como P4, el nivel más alto en bioseguridad. Parte de su investigación se centra en diferentes cepas de coronavirus.
Tian visitó docenas de cuevas en Hubei y estudió más de 300 vectores de virus, dice el documental “Youth in the Wild: Invisible Defender”, que forma parte de una serie que presenta el trabajo de jóvenes científicos chinos.
Producido por China Science Communication, el capítulo fue lanzado en diciembre, pocas semanas antes de que surgiera el brote en Wuhan.
Sigue la vida del Sr. Tian, que pasa días enteros deambulando por cavernas mojadas y oscuras para capturar murciélagos para su trabajo de investigación. Tian, de 40 años, es padre de dos hijos y es el Técnico Jefe Asociado del Departamento de Desinfección y Control de Plagas del Centro Municipal de Wuhan para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC). “Trabajo en el campo de la recolección y clasificación de muestras de virus y soy un defensor de una línea de defensa invisible”, indica en la cinta.
El vídeo muestra cómo Tian, vestido con un traje protector de cuerpo completo, explora una cueva y captura a los animales nocturnos. “Entre todas las criaturas conocidas, los murciélagos llevan varios virus. Uno puede encontrar la mayoría de los virus responsables de enfermedades humanas en ellos”. Confesó que era habitual que se sintiera asustado durante las expediciones, que podrían prolongarse durante días. “Puedo sentir el miedo: el miedo a las infecciones y el miedo a perderme. Por ello, cada pasó que daba lo hacía con extrema cautela. Cuanto más miedo tengo, más cuidado tengo en ejecutar cada detalle. Porque el proceso de encontrar los virus también es cuando puedes estar expuesto a ellos de la manera más fácil”, aclara.
El investigador visitó docenas de cuevas en Hubei y estudió más de 300 vectores de virus en los últimos 10 años, según narra el documental. “Espero que estas muestras de virus solo se conserven para la investigación científica y nunca se usen en la vida real”, dice.
Los medios chinos informaron ya en el año 2017 que Tian tuvo que ponerse en cuarentena durante 14 días después de haber estado en contacto accidentalmente con orina de murciélago, lo que alimentó aún más el rumor sobre su responsabilidad en esta crisis sanitaria mundial
A falta de una prueba que lo demuestre de forma más fehaciente, los científicos sospechan que se originó en murciélagos, serpientes, pangolines o algún otro animal salvaje. Las autoridades sanitarias chinas indicaron que el primer contagio se produjo a través de los animales vendidos en un mercado de alimentos en Wuhan.
La pandemia hasta ahora ha matado a más de 40.000 personas e infectado a alrededor un millón en todo el mundo.
Las autoridades chinas han negado reiteradamente la acusación de que el virus podría provenir del laboratorio de Wuhan. Shi Zhengli, director del Instituto de Virología de Wuhan, dijo en febrero que el nuevo coronavirus “es el castigo de la naturaleza para los hábitos de vida incivilizados de los humanos. Yo, Shi Zhengli, juro por mi vida que el virus no tiene relación con el laboratorio”. De hecho, Shi instó a las autoridades chinas a iniciar una investigación oficial sobre el asunto.
De momento, lo único que se sabe es que el paciente cero era un pensionista que no tenía conexión con el mercado de Wuhan, donde las autoridades de Beijing insisten en que es el lugar en el que comenzó el brote.
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