Internacional

Italia planea test masivos a toda la población

Los exámenes frenarían los nuevos focos de contagio de Covid-19 y ayudarán a establecer cuarentenas selectivas

Italia fue el primer país europeo en afrontar la crisis del coronavirus y por eso también confía en salir antes. La última propuesta del comité científico que asesora al Gobierno es realizar pruebas masivas a toda la población una vez que haya terminado la emergencia, de modo que se podría obtener una visión mucho más clara de la difusión de la epidemia y establecer cuarentenas selectivas. Como con el cerrojazo y la cuarentena, el modelo vuelve a estar en China.

En la provincia de Hubei, donde se detectó por primera vez el virus, hubo un control estricto de la población después de la primera oleada de contagios. En febrero, las autoridades chinas multiplicaron los controles y llegaron incluso a mandar a hospitales temporales a personas sospechosas de estar contagiadas que habían estado en contacto con otros positivos. El objetivo era que no se reprodujera la epidemia.

En Europa, la intención es la misma, evitar una segunda ronda, gracias a la información que puede facilitar un mapa completo de la situación a través de exámenes serológicos. «Se trataría de un análisis territorial que nos permita identificar rápidamente nuevos focos. Lo harían médicos de familia y ambulatorios. Si acabamos finalmente con la transmisión, podemos evitar que vuelva», dijo ayer Giovanni Rezza, epidemiólogo del Instituto Superior de Sanidad (ISS). Este organismo centraliza toda la información acerca del coronavirus en Italia y asesora al Gobierno.

Por el momento, lo que ya están haciendo las regiones es multiplicar el número de pruebas. De las 20.000 que se hacían de media la semana pasada, ayer se pasó a 40.000. La buena noticia es que tampoco así está aumentando el número de contagios, que se mantiene estable. Ayer se registraron 2.447 nuevos infectados, por lo que el número actual de enfermos es de 83.049. El presidente del ISS, Silvio Brusaferro, insistió en que «hay toda una serie de valores que hacen indicar que nos estamos estabilizando». Hace un par de días resaltó que no se llegaría a un pico, sino a un «aplanamiento de la curva», que es la situación en la que se encuentra Italia.

El número de víctimas mortales sigue siendo alto: ayer 760 y, en total, 13.915. Es decir, la nueva fase no implica que no se sigan acumulando los fallecidos, que además son contagiados de hace al menos una semana, pero sí es previsible que pasados unos días el número de infectados comience a descender. Lo que destacan los expertos es que las UCIs de los hospitales se están empezando a descongestionar. En las últimas 48 horas apenas ha habido incrementos. Y esto permite que haya una mejor atención para los pacientes y, por tanto, mayores posibilidades de cura.

Italia empieza a mirar con optimismo unos datos que hasta ahora solo traían malas noticias. Precisamente por eso, las autoridades insisten en que no es momento de dar pasos en falso. El primer ministro, Giuseppe Conte, advirtió de que «no se dan las condiciones necesarias para relajar las medidas», por lo que el confinamiento se ha prolongado hasta el 13 de abril, justo después de Semana Santa. Conte añadió que en ese momento habrá que estudiar de nuevo la situación y plantear lo que denominó como «fase dos» o de levantamiento progresivo del aislamiento. Evitó, eso sí, poner fechas. «No os puedo decir que sea el día 14», dijo. De hecho, la hipótesis que plantea la Prensa sería más bien a partir de mayo.

En esa circunstancia de «convivencia con el virus», como planteó el «premier», se mantendrán las precauciones como la distancia de seguridad entre personas o el uso de mascarillas en la calle, que plantean algunos expertos.

Mientras, el Ejecutivo finalmente no ha aprobado que los niños puedan salir a pasear acompañados por uno de sus progenitores, como había planteado en un primer momento. Sí podrán hacerlo acompañando a sus padres cuando salgan a comprar.