Coronavirus

Italia fija para mayo una reapertura escalonada

Los casos se reducen casi un 20% y se rebaja la presión en las UCI, pero se contabilizan más de 700 muertos diarios

Una vez que Italia ha llegado a la fase estacionaria de la epidemia, la gran pregunta ahora es cuánto durará esa planicie en la que se ha instalado la curva. El número de fallecidos y contagiados sigue creciendo, aunque a un ritmo ya bajísimo. Este viernes los muertos aumentaron un 5,5% con respecto al día anterior y los infectados un 2,8%. Atrás han quedado los días en los que estas cifras escalaban por encima del 25%. Pero, con 14.681 víctimas mortales y casi 120.000 casos positivos -incluyendo fallecidos y curados- cualquier cambio pasa por un descenso de la curva, que aún no se ha producido de forma clara.

Por el momento, las medidas de aislamiento -incluyen el parón de toda actividad considerada no esencial- están vigentes hasta el próximo 13 de abril. El primer ministro, Giuseppe Conte, ya advirtió que después habrá que evaluar de nuevo la situación epidemiológica para pensar en posibles aperturas y dio a entender que probablemente habría más prórrogas. Ayer el jefe de la Protección Civil, Angelo Borrelli, se expresó con más claridad en una entrevista en radio. Dijo que para volver a salir a la calle habría que esperar más bien a primeros o incluso mediados de mayo, aunque después rectificó. Aseguró que la única fecha por el momento es el 13 de abril y que sólo el Gobierno decide. Sin embargo, quedó clara su intención y cuáles son las recomendaciones de su organismo, sobre el que el Ejecutivo se apoya para tomar decisiones.

De momento, insisten unos y otros, hay que “mantener un máximo rigor”. Y esto se traduce en que la propuesta para que los niños pudieran salir a pasear por uno de sus padres quedó guardada en un cajón y sirve también de advertencia para ciudades como Nápoles, de donde ayer circulaba un vídeo con una excesiva cantidad de gente por las calles. En el horizonte sigue la llamada “fase dos”, en la que Italia empezará a levantar progresivamente el confinamiento. En ese momento se abrirá un debate sobre el uso de mascarillas en la calle, un asunto controvertido incluso entre los virólogos. Ayer la Organización Mundial de la Salud (OMS), que hasta ahora no las recomendaba, reconoció que es posible que haya que revisar de nuevo las normas. Desde la Protección Civil italiana insisten en que es más efectiva mantener la distancia de seguridad, aunque tampoco desaconsejan su uso.

Uno de los problemas básicos ha sido, sin embargo, que no se encontraban por ninguna parte. Desde hace más de un mes resultaba imposible comprarlas en las farmacias de todo el país e incluso han escaseado entre el personal sanitario. Como ha ocurrido también en España, Italia se ha encontrado con un mercado internacional colapsado y en el que muchos han querido sacar provecho. Así, las autoridades italianas aprobaron ayer que 50 empresas locales comenzaran a fabricarlas. Las regiones y en especial Lombardía, la más afectada por el coronavirus, llevan días reclamando a Protección Civil el envío de nuevo material.

Los últimos estudios revelan que el virus podría mantenerse más tiempo en el ambiente de lo que inicialmente se pensaba. De ahí que la OMS esté estudiando un cambio de criterio. El presidente del Instituto Superior de Sanidad italiano, Silvio Brusaferro, señaló ayer que “no hay de momento evidencias de que el virus circule en el aire” y añadió que la principal difusión “se ha producido en determinados contextos como el sanitario y, de forma general, por el contacto entre personas”. Así que, una vez más, defendieron las medidas de aislamiento como el método más eficaz para evitar la propagación. “Si no se hubiera aislado todo el país, en sur hubiera habido muchos Codognos”, afirmó Giovanni Rezza, epidemiólogo del Instituto Superior de Sanidad, en referencia al pueblo de Lombardía en el que surgió el primer foco.

La situación en el sur continúa aparentemente controlada, las UCI de todo el país ya no registran más presión desde los últimos días y en el norte la emergencia también ha entrado en un punto de mayor estabilidad. Las autoridades subrayan que “el pico aún no ha terminado”, pero sí que vislumbran ya un descenso de la curva. Con la duda aún por la reapertura, los sindicatos, jueces y otros colectivos siguieron cancelando eventos previstos para mayo.