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Fallece Riay Tatary, presidente de la Comisión Islámica de España

Desde los años 80, era el representante más cualificado con el que ha contado la comunidad islámica ante las administraciones públicas en nuestro país

Riay Tatary, en una imagen de archivo
Riay Tatary, en una imagen de archivoLa Razón

Este lunes 6 de abril ha fallecido Riay Tatary. Hoy es un día especialmente triste para España y para los que confiamos y creemos que es posible la convivencia de todos en este país donde da igual nuestra religión, nuestra ideología, el color de nuestra piel y cualquier otro rasgo que nos haga diferentes.

Riay Tatary ha sido desde los años ochenta, no el único, pero sí el representante más cualificado con el que ha contado la comunidad islámica ante las administraciones públicas en España. Era la única persona que quedaba viva como testigo fiel y firmante de los Acuerdos de Cooperación, en el año 1992, con las Confesiones minoritarias (musulmanes, evangélicos y judíos).

En ningún otro país de nuestro entorno una única persona representaba ante el Estado a los musulmanes, después de haber sido elegido democráticamente por las distintas Federaciones islámicas que reúnen en España a más de 1800 Comunidades religiosas inscritas en el Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia. Conviene recordar que, en este camino, eran 12 las Comunidades Islámicas que existían en España en el año 1992.

Siempre ha estado presente para trabajar en la conquista de derechos y también obligaciones para la Comunidad musulmana, pero desde el diálogo, sosiego, tranquilidad y utilizando la paciencia y el respeto sabiendo que las cosas no eran fáciles, que era necesario que la sociedad española conociera a los fieles musulmanes y que la mejor forma de hacer camino era ocuparse del bien común. Tatary será siempre recordado por su trabajo, sin descanso, junto con un carácter amable y cercano para tender puentes y desarrollar propuestas e ideas claves para la convivencia en favor de la mejor integración eliminando guetos de odio e incomprensión.

Tatary era español, aunque nació en Siria, estudió medicina en Oviedo, residió en otras zonas de España como Cantabria, pero todos le conocemos desde Madrid, donde en la Mezquita de la Zona de Estrecho desarrolló una importantísima labor integrando la Mezquita en la ciudad, y convirtiéndola en un centro de encuentro, de paz y de solidaridad entre personas, muchas veces con escasos recurso, que necesitaban su ayuda. Fue como el gran padre de todos.

Se mostró siempre en contra de cualquier extremismo, fue el primero en alzar la voz y en reclamar al Islam como religión de paz alejada de cualquier acto violento, fue implacable para erradicar la etiqueta de fanatismo y violencia del Islam, y mantuvo su actuación lejos de intereses ajenos al bien de los ciudadanos musulmanes que vivían en España. Sus relaciones con las otras confesiones religiosas, especialmente la católica, fueron excelentes y fraternas.

Se nos ha ido un buen hombre y amigo, que supo integrar y hacer una sola la Comunidad musulmana en España. Como él diría “De Allah venimos y a Él volveremos”. Tu familia y los que te hemos conocidos estamos muy orgullosos de ti. Descansa en Paz hoy que, ni tan siquiera podemos despedirte, producto de esta pandemia que, como médico, te ha querido llevar en brazos de Allah, a cuyo servicio y al de tus hermanos musulmanes, dedicaste toda tu vida.