Australia

Un crucero de lujo australiano permanece anclado en Uruguay por el Covid-19

Las autoridades de Montevideo se comprometen a repatriar a sus países a los 128 pasajeros del “Greg Mortiner” después de que se detectaran varios contagios

El crucero australiano "Greg Mortimer", junto a dos cargueros en el puerto de Montevideo (Uruguay)/AP
El crucero australiano "Greg Mortimer", junto a dos cargueros en el puerto de Montevideo (Uruguay)/APMatilde CampodonicoAgencia AP

Algo realmente aterrador. Ésas son las palabras que han utilizado algunos de los pasajeros del barco “Greg Mortimer” para describir su situación. El coronavirus les ha dejado atrapados en un crucero australiano de lujo anclado frente a las costas de Montevideo, la capital de Uruguay. Un país que se encuentra desde el 13 de marzo en una situación de emergencia sanitaria.

El barco llegaba desde Ushuaia (Argentin) con unos 128 pasajeros australianos británicos y 83 tripulantes. El ministro de Exteriores uruguayo, Ernesto Talvi, ha asegurado que están trabajando para garantizar su repatriación. "Se va a evacuar a los pasajeros australianos y neozelandeses que son más de 100, para que vuelvan a sus países. En el buque quedarán en cuarentena el resto de los pasajeros y la tripulación”, anunció Talvi.

Un equipo médico ha confirmado que en el crucero existe un alto número de resultados positivos por el virus. De hecho, varios de los ocupantes ya han tenido que ser evacuados, ya que su estado de salud requería atención hospitalaria.

De codiciados a apestados

Otrora codiciados por ciudades y puertos, los cruceros de lujo se han convertido en apestados que nadie quiere en sus aguas durante la pandemia del Covid-19. Tras días de un tenso bloqueo, cuatro muertes, decenas de casos sospechosos y la transferencia de parte del pasaje a otro buque, el “Zaandam” obtuvo el 27 de marzo el visto bueno del Gobierno panameño para cruzar el canal y seguir su ruta hacia Estados Unidos. Con 1.800 personas a bordo, la situación era insostenible:

“Hemos estado en los camarotes de los trabajadores. Estos camarotes son de dos metros y medio por dos metros y la verdad es que es muy difícil mantener nuestra salud mental”, explicaba el periodista argentino Dante Leguizamón, uno de los pasajeros.

Tampoco ha sido agradable la travesía en el “Artania”, que permaneció varios días bloqueado en el oeste de Australia. Tras recibir el visto bueno para atracar en Fremantle, 800 pasajeros, muchos de ellos europeos, regresaron a casa en avión. Al menos tres ingresaron en la unidad de cuidados intensivos de un hospital australiano.