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Corea del Sur

Los surcoreanos premian a Moon por su gestión de la pandemia

El Partido Democrático arrasa en las elecciones legislativas en las que se ha registrado una participación histórica y ha supuesto una lección organizativa en tiempos del Covid-19

General elections in South Korea
Recuento de votos en SeúlKIM HEE-CHULEFE

La capacidad organizativa del Gobierno surcoreano volvió ayer a dar una lección al resto del mundo con la celebración de las primeras elecciones parlamentarias en estos nuevos tiempos de coronavirus. En medio de un contexto internacional en el que la Covid-19 ha obligado a poner en cuarentena todo tipo de comicios en casi medio centenar de países, Corea del Sur sacó músculo y millones de ciudadanos pudieron ejercer su derecho al voto y acudir a unas urnas donde, mascarilla en boca y guantes en manos, votaron por sus candidatos predilectos.

A última hora de ayer, cuando se había contado el 63,8% de los votos, el gobernante Partido Democrático había tomado la delantera ganando en 156 distritos electorales de todo el país, seguido por el principal partido de la oposición Futuro Unido con 92 distritos.

Las elecciones, vistas como un referéndum de la gestión del actual presidente, Moon Jae In, y a las que concurrieron casi cuarenta partidos, han supuesto un espaldarazo para un dirigente que en los últimos meses había visto minada su confianza por una serie de escándalos políticos, el lento crecimiento económico, sus ampliamente criticadas políticas de empleo o su moderada postura con su vecino Corea del Norte.

El ex primer ministro Lee Nak-yon, candidato del Partido Democrático, celebra los resultados en Seúl
El ex primer ministro Lee Nak-yon, candidato del Partido Democrático, celebra los resultados en SeúlKIM MIN-HEE / POOLEFE

Sin embargo, su relativamente rápido y efectivo buen manejo de una crisis sanitaria que tiene a medio mundo patas arriba le ha servido para inclinar la balanza de su lado y ganar en unos comicios que hacen más real la posible victoria de su partido en las próximas elecciones presidenciales. Un terreno que se antoja aún más llano después de que tras conocerse los primeros resultados, el principal rival y jefe del partido opositor, Hwang Kyo-ahn, presentara su dimisión y admitiera su derrota.

En total, se repartían los 300 escaños de la Asamblea Nacional unicameral, con 253 escaños disputados directamente y 47 puestos de representación proporcional. Pero si algo quedaba ayer de manifiesto fue la capacidad del Gobierno para transmitir a sus ciudadanos que la epidemia está bajo control en el país y ganarse su confianza.

Sondeos Corea del Sur
Sondeos Corea del SurAntonio Cruz

«Estaba preocupado por la Covid-19, pero ni siquiera pensé en renunciar a mi derecho a votar», declaró al diario local «Korea Times» un empresario 34 años residente en el distrito Jungnang de Seúl. Como él, muchos fueron los que dejaron los miedos de lado y se acercaron ayer hasta alguno de los 14.330 colegios electorales desinfectados a conciencia y repartidos por el país, situando la tasa de participación electoral en un 66,2%, la más alta en 28 años según la Comisión Electoral Nacional.

Termómetro y desinfectante de manos

Allí, la cinta aislante pegada en el suelo les indicaba dónde situarse para hacer cola respetando el metro de distancia. Además, antes de entrar se les tomaba la temperatura y desinfectaba las manos y, para depositar el voto, el uso de guantes era obligatorio. Asimismo, se dispusieron unas cabinas especiales para aquellos votantes que superaran los 37,5 grados Celsius y una vez cerrados los colegios, los conocidos como pacientes asintomáticos también pudieron ejercer su derecho al voto.

Las medidas implementadas por las autoridades de la nación asiática tampoco se olvidaron de los más de 3.000 pacientes de la Covid-19 y los sanitarios que les atienden en diferentes partes de Seúl y Daegu, para los que establecieron centros de votación separados. Seúl había planificado muy bien estos comicios y, con el fin de evitar aglomeraciones y frenar los contagios, permitió que se pudiera votar el pasado viernes y el sábado, de manera que un 26% de los votantes –unos 11 millones– ya habían depositado su papeleta por adelantado.

En medio de estas peculiares elecciones es probable que otro dato curioso quede para la historia. Se trata del desertor norcoreano Thae Yong-ho, un candidato del principal partido de la oposición que se postula en un distrito del sur de Seúl y que según el recuento de votos es probable que obtenga una victoria, lo que le convertiría en el primer desertor de Corea del Norte en ganar un escaño en la Asamblea Nacional a través de una votación electoral.

Pero si la jornada electoral de ayer fue diferente a las de otras ocasiones, la campaña tampoco tuvo nada de tradicional. Atrás han quedado los múltiples apretones de manos y los baños de masas. Ahora han sido sustituidos por el entrechocar de los codos, las distancias, y los discursos en canales de internet o ante un reducido número de personas. Por todo ello, parece que la celebración de estos comicios se convertirá en una guía para otras muchas democracias como Francia o Reino Unido que han optado por posponer sus elecciones, o como Estados Unidos o Nueva Zelanda que se están planteando el seguir adelante o no con ellas.