Nicolás Maduro

Tareck El Aissami, la última “bala” de Maduro contra el orgullo de Estados Unidos

El presidente nombra ministro del Petróleo a uno de los hombres más buscados por las agencias estadounidenses. Washington le acusa de traficar con miles de kilos de droga durante años y ofrece diez millones de dólares por su cabeza

Tareck El Aissami, Nicolas Maduro
FILE - In this May 19, 2018 file photo, Venezuela's President Nicolas Maduro, right, and Vice President Tareck El Aissami tour La Rinconada baseball stadium that is under construction on the outskirts of Caracas, Venezuela. President Maduro on Monday, April 27, 2020, named El Aissami , a powerful ally sanctioned by the U.S. as a drug kingpin along with a cousin of the late socialist leader Hugo Chávez, to revamp Venezuela's oil industry amid massive gasoline shortages. (AP Photo/Ricardo Mazalan, File)Ricardo MazalanAgencia AP

Nueva provocación del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, contra el enemigo americano. El líder chavista ha nombrado ministro del Petróleo a su vicepresidente económico, Tareck El Aissami, uno de los hombres más buscados por EE UU, al que acusa de narcotráfico y por cuya captura ofrece diez millones de dólares.

La inesperada decisión de Maduro se hizo pública a través de la Gaceta Oficial de Venezuela y encomienda a El Aissami la reestructuración y reorganización del Ministerio del Petróleo para “adoptar las medidas necesarias para garantizar la seguridad energética” del país y “proteger la industria ante la agresión multiforme externa e interna”.

Maduro también nombra como presidente de la empresa estatal Petróleos de Venezuela S.A. (Pdvsa) y de su junta directiva a Asdrúbal Chávez, primo del fallecido presidente Hugo Chávez y que ya fue responsable de Citgo, filial de la compañía en EE UU. También fue ministro del Petróleo entre 2014 y 2016.

Ahora falta por ver si la reacción de la Casa Blanca se traduce en algo más que palabras. Las primeras reacciones desde Washington llegaron ayer, pero se da por hecho que esta “osadía” de Maduro tendrá consecuencias. Llega en un momento en el que la Armada de EE UU ha establecido un cerco al narcotráfico proveniente de Venezuela, y unos días después de que Donald Trump prohibiera a sus petroleras operar con Caracas, lo que asfixiará todavía más la parca llegada de divisas al régimen chavista.

Hombre fuerte del régimen

El Aissami es uno de los ‘hombres fuertes’ del Gobierno de Venezuela. Diputado, gobernador y ministro con Chávez, se incorporó al Ejecutivo de Maduro con el arranque de 2017, vinculado siempre al área económica. El ahora ministro de Petróleo ya fue sancionado por la Casa Blanca ese mismo año, cuando le acusó de “desempeñar un papel significativo en el tráfico internacional de narcóticos”. También es uno de los quince ‘chavistas’, Maduro incluido, acusados el pasado 26 de marzo de “narcoterrorismo” por el Departamento de Justicia de Estados Unidos por, supuestamente, aliarse con la ex guerrilla colombiana de las FARC para “inundar” de cocaína el país durante décadas. Se enfrentaría a penas de hasta 30 años si cayese en manos de la Justicia de EE UU.

La Administración de Donald Trump ofrece diez millones de dólares como “recompensa por información que conduzca a su arresto y/o condena”, según ha recordado este martes el subsecretario para el Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Michael Kozak. Kozak ha reprochado el nombramiento a Maduro. “Conozca al nuevo ministro de Petróleo de Venezuela, Tareck El Aissami”, ha escrito en Twitter. “Sancionado, acusado y buscado por tráfico de drogas”, ha añadido, antes de augurar que, “con estas calificaciones, será más de la misma mala gestión y corrupción, cuando lo que más necesitan los venezolanos es un sector petrolero que funcione”.

Antes de ser vicepresidente, Aissami había sido ministro de Interior, bajo la Presidencia del fallecido Hugo Chávez (1999-2013), y gobernador del céntrico estado de Aragua, respaldado por Maduro. Y mientras saltaba de un cargo a otro, desde Washington era señalado como “supervisor” y “poseedor” de envíos de más de 1.000 kilos de droga desde Venezuela a México y Estados Unidos bajo la protección del empresario venezolano Samark López, como su “testaferro”.

Sin embargo, ese criminólogo de 45 años, siempre se ha desvinculado de las acusaciones de EE UU, y ha calificado de “miserable agresión” las sanciones económicas. Lejos de sentirse ofendido, para El Aissami las acciones de Washington contra él son un “reconocimiento” a su “condición de revolucionario antiimperialista”, informa Efe.

Un viejo enemigo de EE UU

En 2011, el entonces ministro acusó al Departamento Estadounidense Antidrogas (DEA) de “estar al servicio del narcotráfico” y dijo que su país había “duplicado” los decomisos de narcóticos. Esta declaración se produjo después de que la Subsecretaría de Estado de EE UU para Narcóticos y Seguridad hablara de una supuesta “explosión” del tráfico de drogas a través de Venezuela.

Pero además de esas imputaciones, el ministro fue acusado también en 2017 de formar parte de una red de venta de pasaportes venezolanos a ciudadanos de países de Oriente Medio a cambio de elevadas sumas de dinero. Según la investigación estadounidense, el vicepresidente venezolano habría ordenado supuestamente la emisión de 173 pasaportes entre 2008 y 2012, años en los que fue ministro de Interior y Justicia del Gabinete de Chávez.

Pero El Aissami nunca aceptó ninguna imputación que le implicase en actos ilegales o delitos, y siempre acusó a EE UU de país “agresor” del chavismo y sus miembros, sin más pruebas ni justificaciones.

De líder estudiantil a vicepresidente

El Aissami proviene de una familia de origen sirio-libanesa asentada en el estado andino de Mérida, y su padre, Carlos el Aissami, fue militante de organizaciones de izquierda. Segundo de cinco hijos, se graduó con honores de criminólogo en la Universidad de Los Andes, donde fue un reconocido líder estudiantil, lo que le abrió el terreno para mantenerse en el mundo político e ingresar más tarde an las filas del chavismo, al que representó como diputado entre 2005 y 2007.

El Aissami -casado y con dos hijos- fue, para el presidente venezolano, Nicolás Maduro, el “mejor y más brillante ministro de Interior” que ha tenido la llamada revolución bolivariana. Hombre de total confianza del líder chavista, desempeñó tareas tan importantes como dictar decretos relacionados con traspasos presupuestarios, expropiaciones y el nombramiento de viceministros, entre otras.