Brexit

Reino Unido y EE UU inician la negociación para un acuerdo comercial post Brexit

La oposición laborista teme que el pacto perjudique las normas ambientales y alimentarias y abra la privatización del Sistema Nacional de Salud

NATO Alliance summit in Watford
El "premier" británico, Boris Johnson, y el presidente de EE UU, Donald Trump, conversan durante la cumbre de la OTAN en Walford (Reino Unido) el pasado diciembreYVES HERMANReuters

“Queremos un acuerdo ambicioso que abra nuevas oportunidades para nuestros negocios, genere más inversión y cree mejores empleos para la gente en todo el país”, afirmó la ministra británica de Comercio Internacional, Liz Truss, en un comunicado.

Truss y el representante de comercio de estadounidense, Robert Lighthizer, encabezan los equipos que comenzarán por videoconferencia su primera ronda de negociaciones, que debe durar unas dos semanas.

El primer ministro británico, Boris Johnson, un firme partidario del Brexit, lleva tiempo pregonando las oportunidades comerciales que ve al abandonar la Unión Europea, en particular con su aliado estadounidense.

Pero la oposición teme que se logre un nuevo acuerdo de libre comercio con Estados Unidos a expensas de las normas ambientales y alimentarias. También han surgido preocupaciones sobre la posible privatización de partes del servicio de salud pública británico, el NHS, a pesar de las repetidas negativas del Gobierno.

El comercio entre los dos países alcanzó los 220.900 millones de libras (253.000 millones de euros) el año pasado. Las exportaciones a Estados Unidos representaron casi 20% del total de las exportaciones británicas, según datos oficiales.

A esta primera ronda de negociaciones le seguirán otras cada seis semanas más o menos. De momento se llevarán a cabo a distancia debido a la pandemia de coronavirus.

Al mismo tiempo, Reino Unido, que abandonó oficialmente la Unión Europea el 31 de enerotras de 47 años de complicado matrimonio, espera concluir un acuerdo de libre comercio con Bruselas a finales de año, cuando finaliza el período de transición durante el cual los británicos siguen aplicando las normas europeas.