Rusia
El coronavirus castiga a Putin
La popularidad del presidente ruso cae al 59%, su nivel más bajo desde que llegó al poder. Rusia se convierte en el quinto país del mundo en contagios de Covid-19
Las peores previsiones respecto al número de contagiados por Covid-19 en Rusia se han quedado cortas viendo cómo ha evolucionado el virus en el país a lo largo de las últimas semanas. Rusia se situó ayer en el quinto lugar del mundo por número de contagios, con 177.160, tras haber registrado en un solo día la cifra récord de 11.231 nuevos casos, aumentando el total en un 6,8% respecto a la jornada anterior.
La realización masiva de test, con 4,8 millones llevados a cabo desde que empezó la crisis, ha sido una de las razones por la que hayan aparecido tantos nuevos casos en el país, que a diferencia de Reino Unido, Francia, España o Italia, solo ha contabilizado hasta el momento 1.537 víctimas mortales.
Ninguna región rusa está a salvo de la oleada de contagios y ha sido, sin duda, en la capital, Moscú, donde más está golpeando el virus. Según su alcalde, Serguey Sobianin, la ciudad podría tener a más de 300.000 personas infectadas en la actualidad, lo que le ha llevado a prolongar el confinamiento hasta el 31 de mayo y obligar a los moscovitas a llevar mascarillas y guantes a partir del día 12 de mayo, además de equipar al transporte público con respiradores y otros equipos de protección. También seguirán en vigor en toda la ciudad los pases digitales de movimiento instaurados hace algunas semanas. Fue precisamente Sobianin quien alertó del riesgo del virus en Rusia, endureciendo las medidas y estableciendo multas a quienes no las cumpliesen, hecho que le ha forjado una imagen de duro ante la opinión general.
A diferencia de Moscú, otras ciudades y regiones de Rusia sí podrán empezar a partir del día 12 de mayo las fases de desescalada anunciadas por el presidente Vladimir Putin a final de abril durante una reunión con los gobernadores regionales de la Federación, en la que recordó que el virus no ha golpeado a todas las regiones por igual y afirmando que “en algunos lugares hay que conservar y hasta aumentar las medidas preventivas severas, mientras en otros, posiblemente, se pueda planear su reducción justificada, dependiendo de la opinión de los científicos y expertos”.
Estas medidas no tienen, de momento una fecha de implantación concreta y dependerán del impacto del coronavirus en la zona y de la decisión de los gobernadores regionales y se dividirán en tres fases. En la primera, se permitirán paseos con niños, o el deporte al aire libre, además de la apertura paulatina de pequeños comercios y servicios. En la segunda, podrán pasear las familias y se abrirían los comercios de gran superficie, con un número restringido de clientes, y comenzarán a funcionar los centros educativos. En la última fase de la desescalada se abrirían finalmente los parques y desaparecerían las restricciones, abriendo todos los hoteles y restaurantes, con la obligación de mantener la distancia social.
El impacto de la pandemia se ha hecho notar en el Gabinete. Al positivo del primer ministro ruso, Mijail Mishustin, dado a conocer hace una semana y actualmente hospitalizado, se han sumado las bajas del ministro de Construcción, Vladimir Yakushev, y de la responsable de Cultura, Olga Lyubimova, anunciado el miércoles. Los ministros se recuperan en casa al sufrir síntomas leves, lo cual no ha impedido que se reúnan con el presidente Putin a través de videoconferencia.
Cae la popularidad de Putin
Fue precisamente ayer, fecha en la que se conmemoraban 20 años de su primera toma de posesión como presidente de Rusia, cuando se dieron a conocer las últimas encuestas del Centro Levada, que reflejan un descenso de su popularidad y de aprobación a su gestión. Según esta organización, su nivel de aprobación por parte de la población rusa ha bajado al 59%, un resultado que sería la envidia de cualquier líder mundial, pero que en el caso de Putin se puede considerar insuficiente, por ser el más bajo desde el año 2000.
En el mes de marzo, su índice de valoración era del 63% y en enero del 69%. Durante estos últimos veinte años ha gozado de períodos de popularidad de hasta un 80%. Según la opinión actual de los rusos, el político más valorado en el país es el líder del Partido Comunista, Guennadi Ziuganov, que lleva en activo desde el año 1993.
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