Coronavirus

Juegos Militares de Wuhan: ¿el evento que expandió la pandemia por todo el mundo?

Reunieron a 10.000 atletas de un centenar de países a finales de octubre. Muchos de ellos, incluidos varios españoles, registraron los síntomas del coronavirus al volver

Varios de los militares que formaban parte de la delegación española que participaron en los Juegos de Wuhan.
Varios de los militares que formaban parte de la delegación española que participaron en los Juegos de Wuhan.Ministerio de DefensaDefensa

Han pasado casi siete meses desde que la ciudad China de Wuhan acogiera la celebración de los Juegos Mundiales Militares. Estas olimpiadas, poco conocidas para el público en general, lograron reunir a unos 10.000 atletas de un centenar de países. Por aquel entonces, nada se sabía de la epidemia de la COVID-19 que a día de hoy mantiene en jaque a medio planeta, pero ahora son numerosas las voces que culpan a ese evento de que podría ser uno de los causantes de los contagios a nivel mundial.

A la hora de buscar culpables, hay teorías de la conspiración para todos los gustos. Desde la de que fueron los uniformados americanos quienes llevaron por esas fechas el nuevo coronavirus a la ciudad china, a la de que salió de un laboratorio sito en Wuhan que estudia los coronavirus. Y mientras unos y otros las utilizan como arma arrojadiza según les convenga, lo único que parece claro hasta ahora es que la propagación del virus pudo comenzar mucho antes de lo que se pensaba.

Durante los 315 eventos que albergó la ciudad china entre el 18 y el 27 de octubre, muchos de los participantes, incluidos españoles, pudieron haberse contagiado y llevado el virus, a posteriori, a sus países de origen. En los últimos días, esta teoría ha cobrado fuerza alimentada con las declaraciones de varios de los atletas que se desplazaron hasta el epicentro de la pandemia gobal y que aseguran haber sufrido síntomas similares -si no los propios- a los de la COVID-19.

Es el caso de la campeona mundial de pentatlón, Elodie Clouvel, que aseguró haber pasado la enfermedad. “Creo que Valentin (Belaud, su compañero y también pentatleta) y yo hemos tenido la COVID-19. Estuvimos en Wuhan para los Juegos Militares Mundiales a finales de octubre y, de hecho, enfermamos al volver. Valentín perdió tres días de entrenamiento. Yo tuve cosas que nunca antes había tenido”, afirmó. La deportista francesa añadió que tras comentarlo con un médico militar, este les dijo que probablemente se habrían infectado ya que “muchos miembros de la delegación volvieron enfermos”.

El revuelo causado por estas declaraciones empujó al Ministerio de Defensa francés a salir al paso y zanjar el asunto. El portavoz de dicho organismo aseguró al diario “Ouest France” que la delegación francesa con los 401 deportistas que viajaron a China habían sido monitorizados antes, durante y después de las Olimpiadas y “no hubo síntomas similares ni hospitalización al regresar”, aseveró.

Investigación en Francia

Sin embargo, varios científicos responsables en el sistema hospitalario nacional francés, han afirmado que los primeros casos de COVID-19 que se detectaron en el país datan de finales de diciembre. Yves Cohen, profesor del servicio de reanimación de los hospitales Avicena y Jean-Verdier, explicó que tras realizarle la prueba a varios pacientes tratados por neumonía en los últimos meses dieron positivo en coronavirus, lo que confirma que el virus ya circulaba por aquel entonces por tierras galas.

Siguiendo las revelaciones hechas por los atletas franceses, los jefes de los equipos españoles participantes en Wuhan se han dirigido esta misma semana a sus deportistas para preguntarles si han mostrado indicios de haber sufrido la COVID-19. Esto les ha servido para comprobar que en efecto varios de los uniformados mostraron síntomas similares durante o después del evento deportivo.

Según declararon a la Agencia EFE, uno sufrió “problemas de garganta, como una gripe” y, a continuación, su compañero de habitación se puso “malo, sudado, muy griposo (...) de moco y de pecho”. “Se lo tomaron como una infección de garganta o gripe y aquí, como ya estaban curados, nada de nada”, afirmó un atleta sobre esto dos compañeros, de los que uno de ellos pasó una neumonía a finales de 2019. “Estuvo muy malo”, añadió. Además de ambos, otras fuentes castrenses confirmaron que al menos otros dos soldados de la Academia Básica del Aire de León presentaron síntomas compatibles con la COVID-19 al llegar a España.

Mientras diversos países estudian esa cita deportiva como uno de los grandes focos para la propagación del contagio, China le ha dado la vuelta y asegura que fueron los norteamericanos quienes realmente introdujeron el virus en el país aprovechando la ocasión. Aunque Pekín no llega a afirmar que lo hicieran deliberadamente, los medios estatales del gigante asiático han recogido las declaraciones de Lijian Zhao, el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, pidiendo explicaciones a Washington tras compartir un vídeo en el que el director del Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), Robert Redfield, aseguraba que varias de las muertes producidas antes de la actual crisis sanitaria fueron a causa del coronavirus y no de la gripe como se pensó.

A falta de poder comprobarse si lo declarado por Redfield es cierto o no, los tradicionales aliados de China y enemigos de EEUU, como Irán o Rusia, se han subido al carro de culpar a los norteamericanos de la aparición del virus.

Con todo esto sobre la mesa, muchos tratan de averiguar ahora si el virus circulaba a nivel mundial mucho antes de que China reconociera que había una epidemia dentro del país. La Organización Mundial de la Salud (OMS), tras la confirmación de que Francia tuvo casos a finales de diciembre, ha instado a los países a que investiguen si los pacientes que padecieron neumonías a finales de 2019 en realidad fueron víctimas de la COVID-19 que pasaron inadvertidos. Hay que estar “vigilante” y “abierto a la posibilidad” de que el patógeno ya estuviera en diciembre en Europa e incluso en fechas “más tempranas”, afirmó la OMS. Incluso se baraja la posibilidad de que la Cumbre del Clima que se celebró en Madrid del 2 al 15 de diciembre pudiera contribuir a propagar el contagio.