Europa

Reino Unido abre la puerta a conceder la ciudadanía a hongkoneses

Hasta 300.000 habitantes de Hong Kong con pasaporte británico podrían beneficiarse de la medida si Pekín no retira la polémica ley de seguridad nacional

Ceremonia de devolución de Hong Kong a China el 1 de julio de 1997
Ceremonia de devolución de Hong Kong a China el 1 de julio de 1997Kimimasa MayamaAP

El ministro de Exteriores británico, Dominic Raab, ha afirmado que su Gobierno sopesa la posibilidad de facilitar una vía de acceso a la ciudadanía británica para 300.000 hongkoneses que ya cuentan con un pasaporte para Nacionales Británicos de Ultramar (BNO, en inglés).

Raab ha expresado que esos planes seguirán adelante si China no retira la polémica ley de seguridad nacional que piensa aplicar en la antigua colonia británica.

El polémico proyecto de la ley, aprobado ya por el Parlamento chino, prevé castigar toda actividad separatista, terrorista o de subversión en Hong Kong, lo que el bloque prodemocracia al igual que la comunidad internacional interpretan como un intento de amordazar y aplastar los movimientos de protesta, que alcanzaron su cénit el año pasado.

“Si China sigue por ese camino e implementa esta legislación de seguridad nacional, tendremos que cambiar el estatus de aquellos que tienen un pasaporte BNO para permitirles venir a Reino Unido por un período más largo que los actuales seis meses”, afirmó el ministro de Exteriores.

En concreto, el Ejecutivo británico podría permitir a esas personas solicitar visados para períodos prorrogables de 12 meses para trabajar y estudiar en el Reino Unido, lo que “en sí mismo es un camino hacia la ciudadanía”, agregó Raab.

Varios diputados han ido más allá y han solicitado una ciudadanía automática de estos hongkoneses, algo que el Gobierno ya consideró inviable el año pasado apelando a los compromisos adoptados.

Hong Kong regresó a manos de China en 1997 tras siglo y medio de dominación británica, después de que Londres y Pekín firmaran en 1984 una declaración conjunta por la que el Reino Unido renunció a su última colonia asiática. El pacto estableció el mantenimiento durante 50 años de una serie de libertades en ese territorio que no están garantizadas en la China continental. El conocido “un país, dos sistemas”.