Derek Chauvin, el policía que asfixió durante 8 minutos a George Floyd

Derek Chauvin, el ya ex agente de policía de Minneapolis implicado en la muerte de George Floyd, ha sido detenido y acusado asesinato en tercer grado y homicido involuntario en segundo grado. De ser condenado podría cumplir entre 25 y 35 años de cárcel.

Su detención en tiempo récord ha requerido apenas cuatro días, los necesarios que transcurrieron entre la muerte de Floyd y el comunicado de John Harrington, comisionado del Departamento de Seguridad Pública de Minnesota, que anunció su detención. La fiscalía considera probado que el pasado 25 de mayo el agente Chauvin colocó su rodilla sobre la garganta de Floyd, detenido en la puerta de un comercio sito en el 3759 de la Avenida de Chicago, durante más de 8 minutos.

El fiscal del condado de Hennepin, Mike Freeman, explicó que los agentes involucrados hicieron un uso excesivo de la fuerza, y que para fundamentar la detención se habían tenido en cuenta tanto las grabaciones en vídeo del incidente como los informes preliminares de la autopsia, que inciden en que las dolencias coronarias de Floyd contribuyeron a que no pudiera recuperarse.

Esposado, con el rostro contra el suelo y la rodilla del agente en la garganta, antes de desvanecerse Floyd pidió ayuda y se quejó repetidamente de que no podía respirar. Incluso después de perder el conocimiento Chauvin mantuvo su rodilla en el cuello del detenido durante varios minutos.

El fiscal Freeman ha admitido que hace 24 horas todavía no tenían todas las evidencias que necesitaban y ha felicitado a los funcionarios implicados.

Mientras Chauvin era conducido a una celda del condado los medios trataban de reconstruir su historial. Veterano de la policía de Minneapolis, el suyo es un currículum que mezcla varias reprimendas oficiales y al menos tres tiroteos, con el resultado de un muerto. Hasta su despido y posterior detención Chauvin acumulaba casi 20 años de experiencia en el cuerpo.

En el pliego de cargos puede leerse que «Derek Michael Chauvin causó la muerte de George Floyd al perpetrar un acto eminentemente peligroso para los otros y mostrando una mente depravada, sin tener en cuenta la vida humana».

También que se le considera «culpable de negligencia, creando un riesgo irracional y arriesgándose a causar la muerte o un gran daño físico a George Floyd».