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¿Estigma a Italia? Abre sus fronteras para resucitar el turismo europeo

Los ciudadanos de la UE o Reino Unido son bienvenidos a partir de hoy sin necesidad de cumplir cuarentena, sin embargo, los italianos no pueden viajar a sus países

Un periodista hace una foto dentro del Coliseo que ha reabierto esta semana
Un periodista hace una foto dentro del Coliseo que ha reabierto esta semanaCecilia FabianoAP

En el aeropuerto romano de Fiumicino de momento sólo hay abierta una terminal. Los pocos pasajeros que llegan, la mayoría extranjeros que vuelven a sus casas o italianos que tienen su domicilio en otra región, esperan para pasar los distintos controles de seguridad. Sólo se puede entrar con la tarjeta de embarque, en la puerta se les mide la temperatura con infrarrojos y en las salas están utilizando un moderno sistema con cascos inteligentes que permite comprobar que nadie supera los 37,5 grados. De lo contrario, serían llevados a la enfermería del aeropuerto. Fiumicino se prepara para la apertura de las fronteras, que se producirá hoy, pero la normativa de seguridad seguirá siendo la misma.

La única diferencia es que quienes lleguen a este aeropuerto no tendrán que justificar los motivos de su visita. Los ciudadanos de países de la UE o Reino Unido serán bienvenidos sin necesidad de cumplir cuarentena, aunque no ocurrirá lo mismo a la inversa. Es decir, la mayoría de los países europeos que están anunciando la apertura de sus fronteras están imponiendo vetos a los italianos, lo que escuece en el Gobierno de Roma. En Fiumicino ha habido una reducción del 90% del tráfico aéreo durante esta crisis y aunque esperan que ya en junio los datos empiecen a mejorar, prevén cifras muy lejanas a las de antes de la pandemia.

Es difícil hacer cálculos, pero nosotros estimamos que la recuperación total de los desplazamientos en avión tarde al menos dos o tres años”, señala Ivan Bassato, director operativo del Aeropuerto de Roma.

Tampoco están mucho mejor los empresarios hoteleros. Ya en abril perdieron el 99% de sus huéspedes extranjeros y no esperan que las reservas vuelvan hasta julio. Según sus cálculos, además, con datos muy modestos. Estiman que las reservas de foráneos llegarán al 5% en agosto y sólo estarán por encima del 20% en octubre. Algo distinto ocurre con el turismo nacional, ya que este año la inmensa mayoría de los italianos que planeen salir de vacaciones lo harán por su país.

30 millones de turistas locales

Nardo Filippetti, presidente de Astoi, la asociación que agrupa a la mayoría de los touroperadores, celebra lo que otros ven como datos negativos. “Pensamos que uno de cada dos italianos se irá de vacaciones. Esto quiere decir unos 30 millones de personas. Si los números son esos, estaríamos más que contentos”, afirma.

Porque Italia no sólo levanta los muros exteriores, sino los de sus fronteras regionales. A partir de este miércoles los italianos se podrán mover, cumpliendo una serie de reglas, pero sin restricciones por todo el territorio nacional. La decisión enfrentó a distintos presidentes regionales, ya que preocupaba sobre todo la situación de Lombardía y que los habitantes de esa zona puedan llevar el virus a otros territorios. Pero el Instituto Superior de Sanidad informó de que el índice de contagios estaba bajo control y el Gobierno decidió salir adelante con el plan previsto. El número de fallecidos en los últimos días suele ser de unas pocas decenas, mientras que ayer hubo 318 contagiados, más de la mitad en Lombardía.

Cerdeña y Sicilia estuvieron presionando durante días para que quien llegara a las islas tuviera que llevar un pasaporte sanitario que demostrara que estaba sano, pero ante el total escepticismo de los expertos ante la supuesta inmunidad que demuestran los test serológicos, desistieron. Lo que sí se comenzará a utilizar en varias regiones a partir del próximo lunes es una aplicación de móvil para rastrear los contactos, que ya se pueden descargar todos los italianos. Los virólogos de este país discuten sobre la supuesta pérdida de carga viral del coronavirus, pero Italia está ya pensando en las vacaciones.