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La vuelta al cole en Italia, la asignatura pendiente del Gobierno de Conte

Manifestación frente al ministerio de Educación. El primer ministro Giuseppe Conte aún no ha revelado cómo será el próximo curso tras finalizar el de 2019-2020. Todo reabre salvo las escuelas

Coronavirus in Italy, phase 2
Pupitres con mamparas en BresciaDAVIDE BRUNORIEFE

Las clases se interrumpieron de forma abrupta el pasado 4 de marzo. Colegios, institutos y universidades fueron los primeros en cerrar en la Italia de la pandemia y ahora, con toda la actividad ya en marcha, siguen siendo la principal asignatura pendiente para el Gobiernode Giuseppe Conte. Sólo quedan por reabrir los cines y teatros, que volverán a recibir público el 15 de junio. Mientras, el regreso a las aulas se producirá en septiembre con muchas más dudas que certezas. Ayer hubiera sido el último día lectivo para los alumnos y, a falta de reencontrarse en los colegios, muchos lo hicieron delante del Ministerio de Educación, donde se registró una manifestación que congregó a decenas de personas.

¿Paneles de “plexiglás”?

El Ejecutivo aún trabaja en un plan para coordinar cómo será el próximo curso. Parece claro que habrá que mantener una distancia de seguridad de al menos un metro, pero no se sabe aún si todos los alumnos podrán acudir o no de forma presencial.

La última propuesta de la ministra de Educación, Lucia Azzolina, fue que se instalaran una especie de mamparas de metacrilato en cada pupitre y que los estudiantes acudieran con viseras de plástico que cubrieran toda la cara. Sin embargo, la comisión parlamentaria responsable descartó estas medidas. El comité técnico-científico que asesora al Gobierno simplemente recomienda que los mayores de seis años usen mascarillas y que se pueda garantizar el distanciamiento.

A diferencia de otros países, Italia no ha permitido una vuelta parcial a las aulas y también ha ido rechazando distintas propuestas, como que los más pequeños pudieran acceder a guarderías o campamentos durante el verano. A cambio, el Estado ofrece un bono de hasta 1.200 euros a las familias que tengan que contratar cuidadores para sus hijos, con el gasto que esto conlleva.

Distintos informes revelan que las madres han sido las más perjudicadas, porque si uno de los progenitores debe sacrificar su trabajo, generalmente son ellas quienes lo hacen. Todas las medidas que deban tomarse para permitir una vuelta segura supondrán otro fuerte desembolso público, por lo que distintos sindicatos se unieron ayer a las protestas para reivindicar mayor inversión y la contratación de más profesores.

Arranca “Immuni”

Mientras tanto, ayer también cuatro regiones italianas iniciaron un proyecto piloto para incorporar a sus sistemas públicos de sanidad los datos facilitados por la aplicación de móvil que Italia ha diseñado para trazar posibles contactos. Se llama “Immuni” y lo que hace es asignar una especie de matrícula a cada usuario que la descarga. Si uno de ellos resulta positivo en la prueba del coronavirus, la aplicación le mandará un aviso a quienes hayan estado con esa persona un mínimo de 15 minutos a menos de dos metros de distancia.

Por el momento sólo permanecerá activa en las regiones de Abruzzo, Liguria, Puglia y Las Marcas, pero si el experimento resulta exitoso se extenderá a todo el país. El sistema ha provocado un fuerte debate acerca de la privacidad, aunque sus desarrolladores aseguran que no se comparten datos personales. Una veintena de diputados, entre ellos el líder de la oposición, Matteo Salvini, se han mostrado escépticos con la aplicación.