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Isabel la Católica también en el punto de mira: retirarán una escultura de Colón y la reina del Capitolio de California

"Están completamente fuera de lugar hoy", explican en un comunicado firmado por varios líderes demócratas del congreso californiano

La reina Isabel La Católica y Colón, en el capitolio de California
La reina Isabel La Católica y Colón, en el capitolio de CaliforniaDreamstimeLa Razón

Otra semana más y otro capítulo de la novela por entregas para lograr la destrucción de todas las estatuas, la supresión de todos los nombres, la depuración de todas las historias. El penúltimo ataque vuelve a tener como protagonista a Cristóbal Colón y, como adición estelar, a la reina Isabel la Católica. La estatua en cuestión estaba ubicada en el Capitolio de California, en Sacramento, desde hacía 137 años. Mostraba al marino en el momento de pedir fondos a la reina, ante la que se arrodilla. Fue otorgada al Estado de California por el banquero Darius Ogden Mills en el siglo XIX y tallada en mármol por el escultor estadounidense Larkin Goldsmith Meade en su estudio cerca de Florencia en 1868.

Algunos grupos de nativos americanos y latinos intentaron retirar ya la estatua para siempre en la década de 1970 durante un proyecto de restauración del Capitolio, pero no lo consiguieron. Finalmente ha sido fulminada por orden de la mayoría demócrata. En palabras del presidente del congreso estatal, Anthony Rendon, «Cristóbal Colón es una figura histórica profundamente polarizadora dado el impacto mortal que su llegada a este Hemisferio tuvo en las poblaciones indígenas. La presencia continua de esta estatua en el Capitolio de California, donde ha estado desde 1883, está completamente fuera de lugar hoy. Será removida». Se trata de la enésima victoria de la iconoclastia, que no ceja en su propósito de reescribir la historia del país.

Lo llamativo es que los social warriors hayan vuelto a saltar de las estatuas y bustos de generales y gobernadores confederados, a la figura del descubridor europeo. Una cosa es discutir la posibilidad de rebautizar varias instalaciones militares nombrados en honor de destacados líderes confederados. En eso están desde Black Lives Matter hasta muchos de los senadores del Comité de Defensa, que la pasada semana votaron a favor de una enmienda relativa a los nombres planteada a última hora por la senadora Elizabeth Warren. Otra, muy distinta, volver a percutir, aprovechando la muerte de George Floyd y las polémicas por la violencia policial, a todos y cada uno de los expedientes míticos de la Leyenda Negra. Barra libre con la herencia hispana y española, en suma. Por todo Estados Unidos hay cientos de estatuas dedicadas a Colón, y otras, menos, a Isabel la Católica, por su papel en el primer viaje trasatlántico registrado en la historia.

Y es que por todo Estados Unidos hay cientos de estatuas dedicadas a Colón, y otras, menos, a Isabel la Católica, por su papel en el primer viaje trasatlántico registrado en la historia.Por supuesto la idea de retirar la estatua de Colón en California no ha sido apoyada por todos. «Veo que si no nos gusta parte de nuestra historia, simplemente la borramos», ha escrito en Twitter el republicano Roger Niello. Pero en el capítulo de pecados nunca puede faltar Colón. No hace tanto de que la alcaldesa demócrata de Chicago, Lori E. Lightfoot, anunciara que suspendía el Día de Colón, que pasaba a ser el Día de los Pueblos Indígenas. Cuando en mitad de las peticiones de retirar la estatua de Colón en Manhattan le preguntaron por su opinión al gobernador del estado, el demócrata Andrew Cuomo, comentó que entendía el mensaje y los motivos. Eso sí, no apoyaba que sea derribada, pues rinde homenaje «la contribución italoamericana a Nueva York». 

Esta decisión se produce días después de los ataques contra otras estatuas de Colón en otras zonas de Estados Unidos debido a las protestas raciales motivadas por el asesinato de George Floyd en Minneapolis. A raiz de estos incidentes, tanto políticos como activistas han hecho un llamamiento para que desaparezcan de las ciudades aquellos monumentos de figuras históricas que puedan simbolizar el racismo.