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Pandemia

China apunta a Europa en el origen del rebrote pero Bruselas responde que no hay evidencias

Las autoridades chinas reconocen que se trata de una cepa más antigua que la que circula ahora por el viejo continente y que no está claro qué o quién lo introdujo

New outbreak of the coronavirus disease (COVID-19), in Beijing
Una enfermera en un centro sanitario de PekínTHOMAS PETERReuters

Tras una semana en la que las alarmas volvieron a saltar en China por un nuevo brote de coronavirus en la capital, las investigaciones científicas parecen arrojar algo más de luz sobre el origen de este nuevo foco que, aunque ya controlado, mantiene a la ciudad en una especie de semibloqueo.

Pekín publicó el jueves la secuencia del genoma de la cepa encontrada y, según las conclusiones preliminares, el coronavirus detectado procedería de Europa. Eso sí, según explicaron, se trataría de una cepa más antigua que las que circulan ahora por el viejo continente y todavía se desconoce si llegó directamente desde allí.

“Según los resultados preliminares del estudio genómico y epidemiológico, el virus es de Europa, pero es diferente del virus que se está propagando actualmente en Europa”, afirmó Zhang Yong, funcionario del Centro Chino para la Prevención de Controles de Enfermedades. Para él, el virus es más antiguo que el que se está propagando actualmente en Europa y “podría haber estado oculto en productos alimenticios congelados importados, o estaba al acecho en un ambiente oscuro y húmedo como Xinfadi, con el ambiente sin haber sido desinfectado o esterilizado”.

Zhang también afirmó que la cepa no se originó en la capital y “debieron de ser gente o productos de fuera de la ciudad los que lo introdujeron en el mercado”, aunque por el momento “no está claro quién, o qué tipo de productos, introdujeron el virus en Pekín”. Por eso, la gran incógnita de ahora es averiguar cómo llegó hasta el mercado de Xinfadi, foco de esta nueva ola de contagios que ya suma 183 casos positivos. Ayer, se confirmaron 25 contagios más, cuatro más que el día anterior.

La secuencia del genoma se publicó en un artículo por la Comisión Central para la Inspección de la Disciplina y fue compartida con la Organización Mundial de la Salud (OMS). En el texto, detallaron que los análisis se basan en tres muestras (dos humanas y una ambiental) recogidas el 11 de junio, el mismo día que se anunció el primer contagio local de coronavirus en la capital china tras 55 días sin infecciones de este tipo.

Tras la publicación del estudio, la agencia de control de enfermedades de la Unión Europea salió al paso para decir que no hay evidencias suficientes para sacar conclusiones sobre el origen del brote de Covid-19 en Pekín y afirmar que haya sido importado desde Europa.

Sin embargo, como consecuencia del informe, China ha intensificado las inspecciones a los alimentos importados y ha lanzado una campaña nacional para inspeccionar todos los productos frescos almacenados en frío traídos de “países de alto riesgo”, según explicó ayer Song Yueqian, funcionario de la Administración General de Aduanas. Hasta el momento, las autoridades habríanrevisado más de 15.600 muestras de alimentos importados -embalaje incluido-, y todos los resultados habrían sido negativos. En esa misa dirección, Pekín solicitó a los gobiernos y compañías de alimentos de más de tres docenas de países que se centraran en prevenir la contaminación de alimentos por coronavirus.

Ambas iniciativas respaldaban los comentarios de Zhang, que ya había alertado de que tanto el brote de Wuhan como el de Pekín tenían similitudes al haberse originado en mercados de productos frescos. Por su parte, el director del CDC, Gao Fu, insistió en que, tras la gran cantidad de muestras encontradas en Xinfadi, el patógeno llevaría rondando por la capital un mes más del tiempo del que se pensó inicialmente.

Mientras, aunque las autoridades han dado por controlado este nuevo foco, las medidas de contención continúan en la capital. Desde la drástica reducción de la movilidad interprovincial –trenes y aviones incluidos-, a la suspensión de clases presenciales, las pruebas masivas a los que han entrado en contacto o visitado el mercado o la prohibición de salir de la ciudad a los contagiados y sus contactos.

Cinco vacunas

Por otra parte, el ministerio de Ciencia y Tecnología chino informó hoy de que China dispone ahora de cinco vacunas que ya han entrado en la fase de ensayos clínicos, paso previo para obtener la aprobación de uso público, recogió la prensa local. Esta semana, la empresa Sinovac Biotech anunció que su vacuna contra el coronavirus, bautizada como CoronaVac, fue capaz de obtener una respuesta inmunitaria en su segunda fase de ensayos clínicos en seres humanos sin causar graves efectos secundarios.

Según recoge el periódico el Diario del Pueblo, más del 90 % de las personas que fueron inoculadas con la inyección del coronavirus en un intervalo de 14 días indujeron después de dos semanas una serie de anticuerpos neutralizantes. El rotativo añade que la tercera fase de ensayos se llevará a cabo en Brasil, donde la cifra de fallecidos por la COVID-19 supera las 47.000.

Mientras tantom Pekín mantiene su estado de alerta y continúa realizando pruebas de coronavirus a su población tras sumar cientos de positivos a raíz del nuevo brote detectado la semana pasada en el mercado mayorista de la capital que, según los expertos, está ya bajo control.

Tal y como avanzó ayer el jefe de epidemiología del Centro chino para el Control y la Prevención de Enfermedades, Wu Zunyou, la ciudad sólo registró 25 casos de COVID-19 en las últimas 24 horas: aunque son cuatro más que en la víspera, podría ser un indicio de que apenas se están detectando nuevas infecciones en la capital.

Desde que comenzó el brote, Pekín acumula 183 positivos, de los cuales dos están críticos y 11 en estado grave, afirmaron hoy las autoridades municipales. Además, quedan aún 293 casos activos en China y 5.856 personas todavía están ahora en observación, las cuales deben pasar un periodo de aislamiento de 14 días, según las cifras oficiales.

Mientras, continúan las pruebas de coronavirus para empleados de restaurantes, universidades y mercados, así como las restricciones para salir de la ciudad. No pueden abandonarla los residentes en zonas declaradas de riesgo, y se aconseja que nadie lo haga sin un motivo de peso. Y quien quiera marcharse debe certificar primero un buen estado de salud y presentar una prueba negativa de coronavirus realizada en los siete días previos a la partida.

Desde que el Gobierno municipal anunciase el martes que la ciudad pasaba del tercer al segundo nivel de emergencia, las comunidades de vecinos han vuelto a comprobar la identidad y el estado de salud de los residentes y a tomarles la temperatura. Además, todas las clases presenciales están suspendidas, y se aconseja a los residentes que trabajen desde casa, mientras que las comunidades en áreas de riesgo “alto” han quedado selladas y no se permite que nadie salga de ellas.

Nuevas pautas para el verano

Entretanto, el Consejo de Estado (Ejecutivo) dio hoy a conocer una serie de pautas para prevenir la propagación del virus durante el verano, y aconsejó a los residentes del país que comprueben y limpien con regularidad los aparatos de aire acondicionado. “Esto puede ser crítico. Si el coronavirus circula por el aire, hay riesgo de contagio, aunque sea bajo. Así que aconsejamos que se comprueben y se desinfecten los aparatos de aire acondicionado si fuera necesario”, afirmó hoy un funcionario en rueda de prensa.

El Ejecutivo recalcó que la población debe acostumbrarse a ser “flexible” y acatar las medidas que se pongan en marcha en función del nivel de alarma. Sobre el origen del brote de Pekín y sus riesgos -hasta ahora ha trascendido que se detectó en una tabla de cortar salmón-, el funcionario indicó que “no hay pruebas de que los contagiados se infectaran por comer alimentos contaminados, incluyendo marisco”.

“El riesgo de que las infecciones fueran causadas por comer alimentos importados es muy baja, y no se recomienda restringir la cadena alimentaria. Tenemos que mantener una actitud científica”, añadió. “Aun así, es mejor no tocar pescado o carne cruda”, acotó. Las investigaciones preliminares de los científicos chinos apuntan a que la cepa del virus encontrada masivamente en el mercado de Xinfadi proviene de Europa, pero aún debaten cómo habría llegado hasta allí.

El virus puede permanecer oculto a bajas temperaturas durante mucho tiempo, y de alguna manera llegó a la cadena logística. Este brote muestra que el virus puede adaptarse, que ha ido por delante”, asegura el investigador Li Guoxiang, de la Academia China de Ciencias Sociales, al periódico Global Times.

Otro investigador, Liu Jun, incidió en que hay que realizar más muestras de paredes, superficies, refrigeradores o bolsas de empaquetado antes de llegar a una conclusión definitiva. “Si el virus se encuentra en alimentos congelados envasados al vacío significaría que llegó al mercado desde fuera. En ese caso habría que investigar cómo lo hizo”, dijo. De cualquier modo, Global Times ya avanza que las importaciones de alimentos congelados se verán “gravemente afectadas” por el brote, y que “los consumidores chinos se alejarán de estos productos”.