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América Latina

América Latina, una bomba de relojería con 40.000 muertos en menos de un mes

El continente entra en la fase más peligrosa de la pandemia. Los contagios se aceleran y todavía está muy lejos de aplanar la curva

El coronavirus sigue imparable en un Brasil sumergido en la crisis política
Sepultureros del cementerio de Vila Formosa, el más grande de América Latina, abren nuevas fosas para realizar más entierros dada la pandemia COVID-19, en Sao Paulo (Brasil)Sebastiao MoreiraEFE

La pandemia se está acelerando y América se lleva la peor parte. El director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió esta semana que el mundo entra en una «nueva y peligrosa fase», el virus sigue siendo mortal y la mayoría de la población vulnerable. El jueves se registró un nuevo récord de contagios en el mundo, 150.000 nuevos casos en un solo día, la mitad de ellos en América de modo que el director de la OMS llamó a la población a mantener la distancia social y extremar la vigilancia. Sin embargo, la mayoría de gobiernos de la región ya están inmersos en los procesos de reapertura.

En el último mes, el virus se ha vuelto más peligroso y de las 90.000 muertes por covid-19 que se han registrado en América Latina, según un recuento de Reuters, casi 40.000 han sucedido en junio, al tiempo que han comenzado a relajarse las medidas de cierre y confinamiento en una población ya agotada y unas economías que necesitan reactivarse con urgencia para no colapsar.

A la cabeza sigue Brasil, que el viernes superó el millón de contagiados en una nueva jornada con récord de nuevos casos y ya roza los 50.000 muertos. Es el segundo país del mundo con más casos registrados, solo superado por EE UU, y nadie parece capaz de vaticinar cuando empezarán a descender las cifras de afectados. El presidente ultraderechista Jair Bolsonaro tiene cada vez menos apoyos después de una turbulenta gestión de la crisis, que le costó el puesto a dos ministros de Sanidad. En su contra también juegan las negras previsiones económicas que apuntan a una caída de la economía cercana al 6%, según un estudio del Banco Central.

El miedo al desplome económico está empujando a la apertura a varias regiones del país como las populosas Sao Paulo y Río de Janeiro, las más afectadas, aunque el ritmo de contagios es el más alto desde el inicio de la pandemia y a pesar de que las cifras reales podrían multiplicar por diez las oficiales. «Ese número de 1 millón es mucho menor que el número real de personas que han sido infectadas, porque hay informes de una magnitud de cinco a 10 veces», indicó Alexandre Naime Barbosa, profesor de Medicina en la Universidad Estatal de Sao Paulo.

En la misma paradoja está encerrado México, segundo país más poblado del continente y que ya acumula más de 20.000 muertos y 170.000 contagios. El jueves presentó la cifra más alta de contagios diarios, 5.662, mientras el Gobierno ejecuta un plan de reapertura basado en los colores del semáforo que inició el 1 de junio con la reactivación de algunas actividades denominadas «esenciales» que habían estado paradas durante dos meses como la construcción y la industria automotriz.

En las últimas semanas se han levantado paulatinamente más restricciones y actualmente 17 estados de 32 han pasado del rojo al naranja, mientras crece la preocupación porque la caída del PIB alcance las dos cifras.

La capital, Ciudad de México y su área metropolitana tenían prevista la transición al naranja la semana próxima, pero han decidido retrasarlo a causa de un repunte en el número de hospitalizados y de pacientes intubados, según dijo la alcaldesa Claudia Sheinbaum. Aunque la ocupación hospitalaria ronda el 65% y no presenta signos de colapso, ha pospuesto la reapertura de centros comerciales, tiendas, hoteles y servicios religiosos.

«Aunque la tendencia es a la baja todavía se nos coloca en semáforo rojo. (La ocupación de hospitales) no ha disminuido a una velocidad mayor y es preferible quedarnos en esta circunstancia que estamos en esta semana», señaló.

Mucho más complicada es la situación del sistema sanitario en Chile, con una ocupación hospitalaria por encima del 90%. «Estamos entre 5.000 y 6.000 nuevos pacientes diarios. Es una sobrecarga que el sistema no tiene capacidad de absorber. Creo que muy pronto vamos a llegar al lamentable escenario de Italia», alertó la presidenta del Colegio Médico chileno Izkia Siches en declaraciones a AFP.

Perú ya tiene más de 240.000 contagiados, superando a Italia, y las cifras siguen creciendo, pero el Gobierno ha ordenado seguir adelante con la reactivación y el lunes abrirán los centros comerciales para tratar de remontar una caída económica histórica del 40% en abril.