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El buque de la Armada “USS Bonhomme Richard” lleva dos días ardiendo sin control

La cantidad de combustible que queda dentro del barco de asalto anfibio es lo que más preocupa por el vertido que puede causar en la bahía de San Diego

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Hace dos días el buque americano de asalto anfibio USS Bonhomme Richard (LHD-6) anclado en la Bahía de San Diego en California comenzó a arder. Desde entonces, se ha organizado un operativo de extinción que incluye helicópteros y botes con cañones de agua, pero no sólo no han conseguido apagar las llamas, si no que se teme que lo que queda de combustible se vierta al mar y acabe convirtiéndose en una catástrofe medioambiental.

Según el contraalmitante Philip Sobeck, las temperaturas dentro del barco superan los 500 grados centígrados. Además, las llamas dieron paso al humo, que se ha propagado por la ciudad y ha provocado que las autoridades locales del Control de la Contaminación del Aire hayan emitido una advertencia de los niveles de contaminación del aire. Los consejos también piden a los residentes de la zona que se queden en casa y limiten la exposición al humo.

Lawrence B. Brennan, capitán de la Marina retirado y profesor de Derecho Marítimo Internacional en la Universidad de Fordham (Nueva York) le explicó a la agencia AP que de momento existe el riesgo de la ruptura del casco, lo que podría causar un derrame de combustible. “Si hay un millón de galones de combustible que acaban sedimentando en el fondo de la bahía de San Diego y no se pueden eliminar de manera segura, estamos hablando de miles de millones de dólares de daño ambiental”. La Guardia Costera de EE UU está preparada por si hubiera que actuar en el mar para contener la contaminación.

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Según las informaciones oficiales, al menos 18 marineros resultaron heridos tras desatarse el incendio. Un total de 59 miembros del personal, 36 marineros y 23 civiles, fueron atendidos por lesiones menores, incluido el agotamiento por calor y la inhalación de humo, dijo el centro de operaciones de medios de la Flota del Pacífico de Estados Unidos. De momento, la evaluación de daños indica que la superestructura de la nave y las cubiertas superiores han sufrido daños y el mástil delantero se ha derrumbado.

El jefe de bomberos de San Diego, Colin Stowell, le dijo a la CNN que el barco podría arder durante días “hasta la línea de flotación”. Las llamas se alimentan del material almacenado en la cubierta inferior como material de oficina y otros artículos. Las causas del incendio aún se desconocen. El sistema Halon, un tipo de sistema de extinción de incendios que usa gas halón, no estaba en funcionamiento cuando estalló el incendio porque el barco estaba en mantenimiento, dijo el contraalmitante Philip Sobeck.