Una salvaje fiesta rave se convierte en un foco de contagio en Francia

La salvaje fiesta rave comenzó la noche del pasado sábado y terminó prematuramente. A las seis de la mañana del lunes, después de un breve mensaje de las autoridades, se cortó el sistema de sonido y los juerguistas tuvieron que enfrentarse los hechos. Después de las muchas preocupaciones sobre los riesgos para la salud, la fiesta terminó.

Hasta una ministra del presidente Emanuel Macron tuvo que desplazarse “in situ” al lugar de la rave para apoyar a las autoridades locales, que se vieron absolutamente desbordadas por el acontecimiento

Mientras algunos guardaban rápidamente sus tiendas, otros planeaban quedarse allí para pasar la noche, como Louka y Daphne, que con un poco de amargura lamentaban a France Info que “llegamos en el momento en que todo se ha cortado. Llegamos por la mañana pensando que íbamos a pasar una buena tarde y finalmente nada. Será solo acampar esta noche”.

En el campo, los altavoces se desmontaron rápidamente y se limpió el suelo. Varios jóvenes continuaron bailando con su propia música cerca de su vehículo y muchos dijeron que querían continuar la fiesta toda la noche.

Desde media tarde, se distribuyeron cupones de seguro de salud que permiten que todos los alrededor de 5.000 presentes en Saint-Prize-le-Chatel (Nièvre) se realicen la prueba dentro de una semana, de forma gratuita, para averiguar si son positivos de coronavirus.