Grecia

Una escaramuza en alta mar eleva la tensión entre Turquía y Grecia

El envío de 18 fragatas de guerra turcas y dos cazas F-16 al Egeo encendió las alarmas en Atenas. Merkel tuvo que intervenir para evitar un enfrentamiento, según el Bild

Imagen de archivo de una fragata rusa "Smetlivi" desplegada en el Egeo
Imagen de archivo de una fragata rusa "Smetlivi" desplegada en el Egeolarazon

Nueva tensión en el Mediterráneo oriental después de que este martes Grecia y Turquía sacaran su musculo militar naval. Ankara había enviado por la mañana un aviso a navegantes a través del sistema Navtex en el que anunciaba el envío del buque de exploración “Oruc Reis”al sureste de Kastelórizo, una pequeña isla griega del archipiélago del Dodecaneso situada a menos de 3 kilómetros de la costa turca, con el fin de realizar estudios sísmicos entre el martes al 2 de agosto.

Turquía lleva tiempo realizando exploraciones en el Mediterráneo oriental en Zona Económica Exclusiva cerca de Egeo, por lo que no es la primera vez que Atenas pone la voz de alarma. De hecho, el jefe del Estado Mayor griego, Konstantinos Florostuvo que suspender sus vacaciones en la isla de Creta y volar hasta Atenas ante una posible escalada de tensión después de que 18 fragatas de guerra turcas se dirigieron a Kastelórizo y dos aviones de combate F-16 penetraron en el espacio aéreo griego, sobrevolando el islote de Strongyli, a apenas unos 4 kilómetros de Kastelórizo, según confirmaron fuentes griegas al diario sensacionalista alemán Bild.

La prensa alemana confirmó que al mediodía la canciller Ángela Merkel realizó dos llamadas a sus homólogos griego y turco, Kyriakos Mitsotakis, y Recep Tayyip Erdogan, sin dar mas detalles.

En palabras de la viceportavoz del Gobierno Alemán, Martina Fietz, la canciller mantuvo una conversación telefónica con Erdogan en la que hablaron de “la situación del Egeo y el mediterráneo oriental”. También confirmó que tuvo un intercambio de palabras con el primer ministro griego.

Horas después del incidente naviero, el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Heiko Maas, de visita el martes en Atenas, advirtió de que, si Turquía no pone fin a las exploraciones en aguas del Mediterráneo oriental,el diálogo entre este país y la Unión Europea (UE) será “imposible”.

En este sentido Mitsotakis recalcó que si Turquía continúa “por el camino equivocado” la Unión Europea no tendrá otra opción que imponer sanciones y afirmó que “cuestionar los derechos soberanos de Grecia y Chipre pone en duda los derechos soberanos europeos”.

La respuesta de Turquía no se hizo esperar, e inmediatamente después Erdogan dijo que no pedirá “permiso a nadie, ni para investigar ni para perforar”

En una misiva, el portavoz del Ministerio de Exteriores turco, Hami Aksoy, aclaró ayer al Ministerio de Exteriores griego el objetivo de las exploraciones del barco de sondeo Oruç Reis en el Mediterráneo Oriental. Aksoy recordó que las autoridades pertinentes emitieron un aviso de navegación para que el buque turco diera inicio el martes a una nueva misión en el Mediterráneo oriental como parte de exploraciones de hidrocarburos. El jefe de la diplomacia turca insistió que “aunque Turquía ha reiterado hasta ahora su llamado al diálogo a todos los niveles a Grecia en varias ocasiones, continuará defendiendo sus derechos e intereses legítimos derivados del derecho internacional”.

Grecia y Turquía mantienen tensas relaciones en la búsqueda por los recursos gasísticos del Mediterráneo oriental por lo que es frecuente las provocaciones de patrullas de la aviación griega y la intercepción de aviones turcos en el mar Egeo, que separa Grecia de Turquía.

Grecia ya ha acusado en varias ocasiones a su vecino y aliado de la OTAN, Turquía, de violar su espacio aéreo y marítimo. El Gobierno grecochipriota ha sellado durante los últimos años acuerdos con Egipto, Israel y Líbano para delimitar su Zona Económica Exclusiva (ZEE), en la que ya otorgó diversas licencias de exploración y perforación.

Mientras, desde el lado turcochipriota se considera que se infringen sus derechos al no ser tenidos en cuenta a la hora de rubricar acuerdos internacionales de este tipo y de este calado.