Sucesos
Incineran al caníbal asesino de niños que aterrorizó a Tailandia durante décadas
Mató a seis menores y se comió sus vísceras. Fue juzgado, condenado y ejecutado, a pesar de las voces que denuncian que fue un cabeza de turco
Uey Sae-Ung era un inmigrante chino que se ganaba la vida como jardinero a domicilio. Nadie podía imaginar que detrás de esa imagen de hombre de corta estatura y apocado podía esconderse un monstruo. De hecho, muchos creen todavía en su inocencia. Uey fue detenido en 1958 acusado de haber secuestrado a seis niños, de haberlos matado y de haberse comido sus vísceras. La leyenda indica que cuando los agentes fueron a buscarle le encontraron en pleno festín. Fuera cierto o no, durante el interrogatorio reconoció los crímenes y fue juzgado, condenado y ejecutado. Su cuerpo fue embalsamado y en exhibido en un museo forense (más bien de los horrores) en Bangkok.
Después de muchos años, su cadáver fue incinerado el pasado jueves y decenas de personas acudieron a las exequias en el templo Phraek Tai, al norte de la capital tailandesa, incluidos funcionarios de la prisión y vecinos de la aldea donde vivió el presunto asesino. Aunque muchos de ellos siguen asegurando que es inocente, un simple cabeza de turco.
Varios monjes con túnicas anaranjadas rezaron mantras en la ceremonia budista y los asistentes dejaron flores ante el féretro blanco con los restos de Si Uey antes de ser incinerado ante una multitud de periodistas.
Entre los asistentes se encontraban algunos vecinos de Thap Sakae, la aldea en el sur del país donde vivió un tiempo. Si Uey, un inmigrante chino que se ganaba la vida como trabajador agrícola.”Él no podía hablar o entender tailandés, pero yo le entendía (...). Solo nos sonreíamos cuando nos encontrábamos. Aparentemente parecía honesto y le gustaba sonreír”, dijo a Efe Whipa Kitichotekul, una tailandesa de 83 años que coincidió con Si Uey en Thap Sakae.
”No lo conocía personalmente, pero en aquella época era contratado por los dueños de muchas granjas para recoger cocos o verdura. Estoy convencida de que es inocente”, agregó la anciana, que vive entre la aldea sureña y Bangkok.
Si Uey fue detenido a principios de 1958 y, tras ser interrogado por la policía, confesó haber secuestrado y asesinado a seis niños para comerse sus órganos.”La Policía arresta a un asesino de niños que arranca el corazón de sus víctimas y se bebe la sangre”, reza el titular de “Phim Thai”, un periódico de la época.
Según la versión oficial, fue arrestado en Rayong, una provincia en el sureste del país, después de que Nawa Boonyakan le encontrara delante de una hoguera con escombros de los que sobresalía la pierna de su hijo Somboon, al que hacía horas que esperaba en casa. De acuerdo con la Policía, Si Uey admitió haber matado a Somboon para comerse sus vísceras y hacer lo mismo con cinco menores más en otras provincias del país, para alivio de la policía que resolvía de una tacada todos los misterios.
El acusado fue ejecutado ante un pelotón de fusilamiento el 17 de septiembre de 1959 y su cadáver, tras ser estudiado por los médicos forenses, fue conservado y expuesto en una vitrina en el museo del hospital Siriraj.
El “coco” tailándes
Con el tiempo su nombre se convirtió en leyenda y los padres tailandeses aún dicen a sus hijos: “no salgas de noche o vendrá Si Uey y te comerá el hígado”. Objeto de varias películas y libros, Si Uey fue reivindicado también como cabeza de turco por varios reportajes televisivos en los que arrojaron dudas sobre la investigación policial y los prejuicios contra la inmigración china.
El año pasado, 10.000 personas se sumaron a una campaña en Change.org para retirar el cadáver del museo e incinerarlo en una ceremonia religiosa, lo que fue apoyado por defensores de los derechos humanos. El vicedecano de la Facultad de Medicina del Hospital Siriraj, Narit Kitnarong, afirmó no obstante que la exhibición de Si Uey tenía un valor pedagógico “para enseñar a los niños a tener cuidado, a no salir de noche de casa, y a aprender la manera correcta de comportarse”.
Finalmente se ha sacado el cuerpo del museo y se le ha despedido con la presencia de funcionarios de prisiones que hasta han encendido velas, aunque no hay constancia de que las autoridades tengan intención de revisar el caso. Puede que Si Uey fuera inocente después de todo, pero en Tailandia se ha convertido ya en el legendario “hombre del saco” que se lleva a los niños malos o descuidados.
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