Líbano

Elecciones anticipadas para tratar de calmar la rabia de los libaneses

El primer ministro libanés anuncia la convocatoria de comicios en dos meses. Estados Unido se solidariza con las protestas

Un manifestante golpea a un policía durante las protestas en Beirut
Un manifestante golpea a un policía durante las protestas en BeirutThibault CamusAP

El desastre ha llevado la ira popular a un nuevo nivel en un país que se estaba recuperando de una crisis económica y financiera sin precedentes y está al borde de la bancarrota. «Renuncia o ahorcamiento», decía una pancarta de uno de los manifestantes en las calles de Beirut ayer. Khodr Ghadir, de 23 años, dijo que la soga era para todos los que han estado en el poder durante los últimos 30 años. «Lo que pasó es una chispa para que la gente volviera a las calles».

En este ambiente de gran malestar el primer ministro Hassan Diab dijo en un discurso televisado que la única solución era realizar elecciones anticipadas mediante un proyecto de ley. El dirigente hizo un llamamiento a todos los partidos políticos para que dejen de lado sus desacuerdos y dijo que estaba dispuesto a permanecer en el cargo durante dos meses para dar tiempo a los políticos para trabajar en las reformas estructurales. Sin embargo, es poco probable que la oferta calme la creciente furia en la calle.

«La explosión que sacudió al puerto se produjo debido a la corrupción», añadió el primer ministro, en consonancia con la opinión de los manifestantes que ayer ocuparon varias sedes del Gobierno en Beirut y protagonizaron fuertes enfrentamientos con la Policía.

El mandatario, que asumió el Gobierno en diciembre tras la dimisión de Saad Hariri en medio de las protestas que explotaron en octubre contra los dirigentes y el sistema sectario, señaló que está dispuesto a «tomar la responsabilidad durante dos meses siempre que se emprendan reformas estructurales para salvar al país». «Estamos en estado de emergencia con respecto al destino y futuro del país», dijo.

En su alocución, el primer ministro destacó que «todos los responsables del desastre en el puerto responderán» por la tragedia. «Investigar el desastre de la explosión de Beirut no tardará tiempo. No nos aferramos a la silla y queremos una solución nacional que salve al país», añadió.

Horas antes de este anuncio, los diputados del partido cristiano Kataeb anunciaron su abandono del Parlamento libanés como protesta contra el Gobierno, según hizo saber el líder de la formación, Sami Gemayel. Las tres renuncias del partido cristiano llegaron después de las de Marwan Hamade, del partido del líder druso Walid Jumblat, y la diputada independiente Paula Yacoubian, quien pidió a todos los diputados que dimitan porque «el Parlamento ya está fuera del proceso de toma de decisiones».

Incompetencia

El embajador de Líbano en Jordania también presentó su dimisión a raíz de la explosión, que ha dejado un saldo de 158 muertos y más de 6.000 heridos, y es considerada como un símbolo de la incompetencia del Gobierno.

La explosión, según las investigaciones iniciales, fue provocada por el almacenamiento inadecuado de 2.750 toneladas de nitrato de amonio en el puerto, incautadas en 2014 al buque Rhosus, de un empresario ruso y con pabellón moldavo, por impago de las las tarifas portuarias.

Hasta el Gobierno de Estados Unidos apoyó ayer el derecho de los manifestantes libaneses a protestar pacíficamente e instó a todos los involucrados a abstenerse de la violencia, según dijo la Embajada de Estados Unidos en Beirut. La embajada también señaló en un tuit que el pueblo libanés «merecía líderes que lo escucharan y cambiaran de rumbo para responder a las demandas populares de transparencia y rendición de cuentas». La ira ha estallado y nadie sabe cuánto durará el Gobierno.