Alemania

El SPD se adelanta al partido de Merkel al anunciar su candidato electoral de 2021

A un año de las elecciones, los socialdemócratas alemanes eligen para suceder a la canciller al ministro de Finanzas, el centrista Olaf Scholz, que goza de enorme popularidad por su gestión de la pandemia

German Minister of Finance Olaf Scholz announces to run for chancelorship
El ministro de Finanzas Olaf ScholzHAYOUNG JEONEFE

Los socialdemócratas alemanes han tomado la delantera al resto de partidos al anunciar este lunes por sorpresa a su candidato para las elecciones federales del próximo año. Olaf Scholz, el actual ministro de Finanzas y vicecanciller en la Gran Coalición que gobierna Berlín, tendrá la tarea titánica de resucitar un SPD en horas bajas y absorber al electorado centrista que dejará huérfano la marcha de Angela Merkel, que no ha anunciado que no aspirará a un quinto mandato.

Ocho meses después de haber sido derrotado en las primarias para dirigir el partido por el tándem izquierdista formado por Saskia Esken y Norbert Walter-Borjans, la dirección del SPD apuesta por el pragmatismo eligiendo como cabeza de cartel a su político mejor valorado en los sondeos de opinión gracias a su gestión de la crisis económica generada por la pandemia de coronavirus.

«Me alegro de la nominación y quiero ganar», aseguró Scholz en una rueda de prensa en la que logró infundir algo de pasión a su habitual hieratismo y falta de carisma y presentarse, como señal de unidad, entre las diferentes familias socialdemócratas. El político de 62 años, que fue alcalde de Hamburgo hasta entrar en el Gobierno en 2018, subrayó la «gran responsabilidad» que implica esta decisión y se mostró agradecido de que la dirección del partido la asumiese por unanimidad, a propuesta de los presidentes.

Uno de ellos, Norbert Walters-Borjans, subrayó la «alta estima» de la que goza Scholz entre la ciudadanía y el partido, su «reputación», su «experiencia» en el Gobierno y su «solidez».

La co presidenta Esken no se quedó atrás en los elogios y lo definió como un «jugador de equipo», con «capacidad de gestión en crisis» e «ideas de futuro». En un intento de calmar a la desconcertada ala izquierda del SPD, tuiteó que desde diciembre «hemos visto a Olaf Scholz como un socio fiable, que trabaja en equipo y que quiere luchar por políticas socialdemócratas para este país y que comparte con nosotros la visión de una sociedad justa».

Scholz, con un 57% de popularidad, es, según el barómetro «Deutschlandtrend», el ministro socialdemócrata mejor valorado. En el Gobierno, solo Merkel, con un 70%, y el joven ministro de Sanidad, el conservador Jens Spahn, con un 60%, le superan.

Si bien el dúo Merkel-Scholz parece haber llevado con éxito a Alemania por la procelosa travesía de la pandemia y que el ministro de Finanzas alemán es junto con su homólogo francés, Bruno Le Maire, el artífice del millonario Plan de Recuperación de la UE, los electores no parecen haber premiado al SPD en los sondeos.

Los socialdemócratas permanecen estancados desde hace un años en la tercera posición tras conservadores (38%) y ecologistas (18%). Su escuálido 15% queda incluso lejos de la debacle del 20% de 2017, que ya fue el peor resultado electoral de su historia.

Según los analistas políticos germanos, Scholz puede beneficiarse del hecho de que Merkel abandona la vida política y su partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU), no haya elegido a un sucesor tras la dimisión de Annegret Kramp-Karrenbauer (AKK), Tras dos décadas monopolizando el centro político, los candidatos de la CDU pugnan por dar un giro a la derecha del partido, lo que dejaría a expensas del SPD el huérfano electorado centrista y moderado.

Consciente de que por sí solo no podrá llegar a la Cancillería, Scholz no descartó ningún posible pacto de coalición, con la obvia excepción de la ultraderechista Alterantiva para Alemania (AfD), la actual tercera fuerza política en el Bundestag (Paralmento federal). “Depende de los otros, no de nosotros”, insistía el candidato socialdemócrata. “Queremos que el SPD lidere el Gobierno y veremos con quién lo logramos”, aseguró Scholz al tiempo que definía a su partido como europeísta, atlantista y comprometido con la estabilidad presupuestaria. Esto último hace difícil un tripartito de izquierdas entre socialdemócratas,, verdes y La Izquierda como el ya gobierna en Turingia desde 2014.

Desde la dirección de la CDU, el mutismo oficial solo fue roto por Friedrich Merz, uno de los aspirantes a dirigir a los conservadores alemanes, que a través de Twitter auguraba que “Olaf Scholz correrá la misma suerte que Peer Steinbruck en 2013: el candidato no encaja en el partido”. El también ministro de Finanzas Steinbruck dimitió poco después de las elecciones tras su negativa a formar parte de otra Gran Coalición con los democristianos.