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Los Veintisiete se solidarizan con Grecia en su conflicto marítimo con Turquía

Los ministros de Exteriores de la UE abogan por el diálogo para rebajar la tensión en el Mediterráneo oriental por las prospecciones turcas

Los Veintisiete hacen un llamamiento al diálogo para rebajar la tensión frente a Turquía. La cancillerías europeas debatieron ayer en una reunión extraordinaria la creciente tensión en el Mediterráneo oriental debido a la pugna entre Turquía y Grecia por los recursos energéticos y la soberanía de las aguas. Ankara ha decidido enviar un buque des prospección para realizar análisis sísmicos sobre los recursos energéticos en una zona que, según Atenas, pertenece a su plataforma continental.

Grecia no ha tardado en responder con el despliegue de barcos de guerra navegando en la zona, con el propósito de vigilar la actividad del buque turco.

A esta pulso, se ha unido Francia. El presidente Emmanuel Macron decidió este jueves solidarizarse con Atenas, mediante el envió de dos cazabombarderos «Rafale».

Aunque estos medios pueden no ser especialmente poderosos, suponen un importante aviso político teniendo en cuenta que todos los países implicados son socios de la OTAN y que las tensiones en el seno de la Alianza Atlántica no parecen beneficiar a nadie.

El ministro de Exteriores griego, Nikos Dendias, manifestó ayer su esperanza de que no habrá un conflicto con Turquía. «Espero que no haya conflicto si todo el mundo mantiene la cabeza y todo el mundo actúa de acuerdo con el derecho internacional, el derecho internacional del mar», aseguró Dendias.

Desgraciadamente, Grecia no es el único conflicto entre los Veinisiete y Ankara. A las tensiones con Atenas se unen la disputa con Chipre, también por las aguas territoriales, la intervención del presidente Recep Tayyipo Erdogan en la guerra civil de Libia y el paso –de gran valor simbólico– de convertir en mezquita el museo de Santa Sofía de Estambul.

En el mes de febrero, los ministros de Exteriores europeos ya aprobaron una primera batería de castigos por las prospecciones en territorio chipriota, pero tuvieron un alcance limitado, más simbólico que práctico. Tan solo dos directivos de la empresa petrolera turca sufrieron la congelación de sus bienes en territorio europeo y la prohibición de visado.

En su última reunión de julio, los titulares de Exteriores de los Veintisiete abrieron la puerta a una nueva ronda de sanciones, pero intentaron no pillarse los dedos y seguir apostando por la negociación, en aras de no cerrar los cauces de diálogo.