Nicolás Maduro

EE UU ultima nuevas sanciones para asfixiar al régimen de Maduro

Las nuevas medidas restrictivas contra Venezuela podrían estar enfocadas en el intercambio de petróleo con empresas de Europa y Asia

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, asistiendo a un mitin en Caracas
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, asistiendo a un mitin en Caracaslarazon

La Administración del presidente Donald Trump podría estar estudiando aplicar sanciones adicionales a Venezuela relacionadas con el comercio de gasolina al país, después de que Estados Unidos incautara en días pasados un cargamento de más de un millón de barriles del carburante provenientes de Irán y que, después de negarlo, ratificara que había sido pagado ya por Caracas.

Las nuevas medidas restrictivas podrían ir orientadas a intercambio de petróleo con empresas de Europa y Asia, una medida que se ha estado discutiendo durante meses.

Durante el mes de agosto, el intercambio de diésel representó casi el 80% del combustible programado para enviarse al extranjero, de acuerdo a datos obtenidos por la agencia y donde empresas como Reliance Industries de India , Repsol SA de España y Eni SpA de Italia han cargado petróleo a cambio de suministrar diésel a Venezuela.

En mayo de 2020, el director para las Américas del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Mauricio Claver-Carone, aseguró que la Casa Blanca amenazó con “sanciones devastadoras” a las petroleras Repsol, ENI y Relliance si no dejan de bombear petróleo en Venezuela para posteriormente venderlo en el mercado internacional.

Por otro lado, el gobernador del estado Zulia, Omar Prieto, anunció de agosto que Petróleos de Venezuela tiene previsto reiniciar la producción de asfalto en la refinería de Bajo Grande, que ha estado fuera de servicio desde principios de noviembre de 2018.

Sin embargo, la producción de petróleo de Venezuela continúa su desplome: es la más baja en casi 80 años. Al ubicarse por debajo de los 600.000 barriles diario, la oferta de crudo del país caribeño marca nuevos hitos en una caída sin freno durante la última década, que expertos atribuyen a decisiones erráticas, desinversión y corrupción.

La guerra fría entre la Casa Blanca y el Palacio de Miraflores

El 23 de enero de 2019, el mismo día en el que el diputado Juan Guaidó se proclamó “presidente interino” de Venezuela en una plaza de Caracas, Trump tomó dos decisiones cruciales para el futuro del país hermano. La primera, reconocerlo como presidente. La segunda, sancionar drásticamente a Pdvsa, la empresa estatal de petróleos venezolana, prohibiendo a cualquier empresa o individuo de Estados Unidos comprar su petróleo o venderle cualquiera de los insumos necesarios para la producción del mismo y el mantenimiento de sus refinerías.

Además, embargó sus depósitos en bancos norteamericanos avaluados en 7.000 millones de dólares y los puso a disposición de Guaidó.

Las sanciones a Pdvsa añadieron dificultades a la economía de un país, dependiente históricamente de sus exportaciones de petróleo, seriamente afectadas por la caída experimentada por el precio del mismo en los mercados internacionales, que en el periodo comprendido entre 2015 y 2019 cayó en un 64%.

Debido a la mala gestión del gobierno de Maduro y de los administradores de Pdvsa, además claro, del feroz juego geopolítico protagonizado por Arabia Saudí, Estados Unidos y Rusia en materia de precios.

A este daño, el embargo incluyó el cierre del mercado norteamericano que había sido hasta la fecha el principal destino de las exportaciones petroleras venezolanas. Lo mismo sucede con la prohibición a los proveedores de dicho país de suministrar insumos y repuestos a las refinerías propiedad de Pdvsa, que redujo tan drásticamente su capacidad de refinamiento por lo que a comienzos de este mismo año el suministro de gasolina y de otros derivados al mercado nacional estuvo al borde del colapso.

Irán desafía el embargo de Trump

Esto se evitó gracias a que Irán se atrevió a desafiar el embargo de Trump y en junio envió cinco buques petroleros con gasolina suficiente para abastecer la demanda venezolana por tres meses y con los insumos necesarios para poner en marcha de nuevo a las refinerías. En cualquier caso, solo llegaron a puerto tres embarcaciones.

Con esta nueva incautación del petrolero proveniente de Iran, Trump reaccionó con furia. E Irán amenaza con cerrar el Estrecho de Ormuz, por el que navega la cuarta parte del crudo que consume el planeta. En cualquier caso, el presidente norteamericano se desquitó anteriormente con México ordenando al Departamento del Tesoro que bloqueara a tres personas y ocho entidades extranjeras con sede en el país azteca y a dos buques con su bandera por “actividades asociadas con una red que intenta evadir las sanciones de Estados Unidos al sector petrolero de Venezuela”.