Argentina

La vendetta de Cristina Kirchner

El kirchnerismo repite que Macri es “mentiroso” y que gobernó para “sus amigos”. La oposición reprocha a Kirchner que “usa su cargo en beneficio personal”

Virtual session of Argentina's Senate, in Buenos Aires
Cristina Fernández de KirchnerMATIAS BAGLIETTOReuters

La ex presidenta Cristina Kirchner volvió con todo. Durante al anterior mandato fue perseguida por la justicia, allanaron sus hoteles y le abrieron una docena de causas. Mancillaron el nombre de su difunto esposo Néstor e incluso su hija Florencia, sufrió ataques de pánico y tuvo que recluirse en Cuba. La corte la malandros que la rodeada fue presa aunque ahora casi todos han salido. La dama peronista no olvida, y su lista negra es alargada.

Como reina del Senado que preside apuró el envío al Congreso del convenio para completar el traspaso policial de Nación a la Ciudad de Buenos Aires, que contempla otro recorte de partidas para el alcalde porteño Horacio Rodríguez Larreta. También terminó de romper cualquier viso de armonía el allanamiento a Los Abrojos –la Quinta del ex presidente Mauricio Macri-. Para colmo el Partido Justicialista bonaerense –oficialista- acusó a Macri de un “autoallanamiento” a su quinta y de complicidad con el juez, palabras que también hizo suyas la Vicepresidenta de la Nación.

Encontrar un punto de entendimiento es una condena al fracaso. El kirchnerismo repite que Macri es “mentiroso”, que fue millonaria la fuga de divisas tras la toma de deuda y que gobernó para “sus amigos”. La oposición reprocha a Cristina Kirchner que “usa su cargo en beneficio personal”. Va por la venganza y no puede parar”, agregó Elisa Carrió en una esporádica reaparición esta semana pasada en coincidencia con la mayoría de los senadores de Juntos por el Cambio –oposición-.

La gota que colmó el vaso fue la remoción de tres jueces que investigaban a CFK. Es un secreto a voces. Por acción o por omisión el máximo tribunal de la República Argentina dará vía libre a la expulsión de los magistrados Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y Germán Castelli de los cargos que ocupaban en la Justicia Federal Penal, aquella ante la cual se tramitan las causas de corrupción.

De nada sirvió explicar que los tres jueces llegaron a esas posiciones respaldados por un acuerdo firmado en el 2018 por esta misma Corte Suprema de Justicia que hoy parece mirar hacia otro lado. Tampoco los ruegos de las asociaciones de magistrados y fiscales que ven en esto el comienzo de la conquista final del poder que aún no domina el kirchnerismo. Alea iacta est, la suerte está echada.

En ese contexto se cocina la reforma de la Justicia que impulsa el peronismo. Una batalla perdida para la oposición porque en el Senado el Frente de Todos –oficialismo- tiene quórum y mayoría simple, por tanto  no necesita negociar salvo para cuestiones que requieran mayorías calificadas. El objetivo jurídico de Juntos por el Cambio es invalidar el protocolo remoto de funcionamiento –voto a distancia- y obligar a rediscutirlo-. En otras palabras tal y como ocurrió en Diputados, exigir mayor presencia en el recinto. Incluso los senadores pedirán sesionar en el recinto de la Cámara de Diputados. En Diputados hay 257 bancas, los senadores son sólo 72 y la mitad podría estar exceptuada de participar físicamente en el lugar. Es su última carta. En cualquier caso “la caza de brujas” ya comenzó. Mientras, el presidente Alberto Fernández mira desde la vereda cómo su compañera de fórmula desenvaina la espada y acomete su vendetta.