Pena de muerte
Un ex soldado será ejecutado por matar a una enfermera para “deshacerse de un hechizo”
Pensaba que era su antigua niñera y la violó, le cortó la garganta y la apuñaló repetidas veces
Un exsoldado estadounidense que asesinó a una enfermera de Georgia por “una obsesión con la brujería” es uno de los tres presos que va a ser ejecutado esta semana. William Emmett LeCroy, de 50 años, asesinó a una enfermera para levantar un hechizo que creía que ella le había puesto.
LeCroy irrumpió en Cherrylog, Georgia, la casa de montaña de Joann Lee Tiesler, de 30 años, el 7 de octubre de 2001, y esperó a que regresara de realizar unas compras. Cuando entró por la puerta, LeCroy la golpeó con una escopeta, la ató y la violó. Luego le cortó la garganta y la apuñaló repetidamente por la espalda.
LeCroy había conocido a Tiesler porque vivía cerca de la casa de un familiar y a menudo la saludaba con la mano cuando pasaba. Más tarde dijo a los investigadores que había llegado a creer que ella podría haber sido su antigua niñera a la que llamaba Tinkerbell, y a quien LeCroy acusa de abusar sexualmente de él cuando era niño. Después de matar a Tiesler, se dio cuenta de que eso no podía ser cierto. Dos días después de matar a Tiesler, LeCroy fue arrestado conduciendo la camioneta de la enfermera después de pasar un puesto de control estadounidense en Minnesota en dirección a Canadá.
Las autoridades encontraron una nota que LeCroy escribió antes de su arresto en la que le pedía perdón a Tiesler, según documentos judiciales. “Eras un ángel y te maté”, decía. “Soy un vagabundo y estoy condenado al infierno”. LeCroy, quien se unió al ejército a los 17 años pero poco después fue dado de baja por ausentarse sin permiso, ha comentado su interés por la brujería que comenzó durante un período anterior en prisión por robo, abuso de menores y otros cargos. LeCroy confesó que rumió durante días antes del asesinato la idea de que Tiesler era Tinkerbell y que agredirla revertiría un hechizo que ella le echó. Después de cortarle el cuello, fue al ordenador de Tiesler para buscar libros sobre brujería, dicen los documentos.
En 2004, los miembros del jurado condenaron a LeCroy por un cargo federal de robo de vehículos con resultado de muerte y luego recomendaron una sentencia de muerte. Los abogados de LeCroy han intentado detener la ejecución sin éxito.
Será el sexto preso federal ejecutado por inyección letal este año en la prisión estadounidense de Terre Haute, Indiana. Otra sentencia a muerte está programada para el jueves es la de Christopher Vialva, quien será el primer afroamericano en el corredor de la muerte federal en ser ejecutado este año. LeCroy es blanco, al igual que cuatro de los cinco reclusos ejecutados anteriormente. El quinto era un navajo.
Los críticos dicen que la reanudación de las ejecuciones federales por parte del presidente Donald Trump este año después de una pausa de 17 años es un intento cínico para ganar votos a mes y medio de las elecciones.
Los abogados del exsoldado le pidieron a Trump que conmutara la sentencia de LeCroy a cadena perpetua, argumentando, entre otras cosas, que el hermano de LeCroy, un policía estatal de Georgia, fue asesinado durante un control rutinario de tráfico en 2010, informó The Atlanta Journal-Constitution. “El dolor y la tristeza que siente la familia LeCroy por perder potencialmente a dos de sus hijos es inimaginable”, dice la petición.
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