Bielorrusia

Alexievich, premio Nobel de Literatura, abandona Bielorrusia rumbo a Alemania

Alexievich era una de los dos únicos miembros del opositor Consejo Coordinador que no estaban en la cárcel o en el exilio después de las polémicas elecciones del 9 de agosto

La autora Svetlana Alexievich en una foto de archivo en Minsk
La autora Svetlana Alexievich en una foto de archivo en MinskSTRINGEREFE

Svetlana Alexievich, premio Nobel de Literatura 2015 y una de las voces más críticas contra el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, embarcó ayer rumbo a Alemania dejando en el aire la duda de si se habría marchado con billete de vuelta.

Los pocos medios de comunicación independientes que quedan en su país se preguntaban si la escritora no habría dado un portazo abandonando Bielorrusia, harta del acoso al que se ha visto sometida desde que enrolara en el Consejo Coordinador. Ningún periodista ha podido hablar con la autora de “Voces de Chernóbil”, aunque sí con su secretaria, Tatiana Tyurina, que informó de que el viaje de Alexievich a Alemania se había planeado hacía semanas y tenía como fin cumplir con algunos compromisos profesionales de la escritora, entre ellos participar en una feria del libro en Suecia, aprovechando dicho desplazamiento para recibir un tratamiento médico pendiente.

La colaboradora de la premio Nobel afirmó que “volverá”, matizando que su vuelta dependería también “de si las autoridades se lo permiten”.

Otra fuente consultada ha sido su amiga Mariya Voiteshonok quien ha tranquilizado a los medios asegurando que la autora planea viajar a Italia para recoger un premio en Sicilia, una vez concluyan sus compromisos en Alemania y Suecia, pudiendo estar de vuelta en su país dentro de un mes.

El pasado 26 de agosto, Alexievich, de 72 años, fue interrogada por el Comité de Seguridad Bielorruso (todavía llamado KGB) en relación con su participación en el llamado Consejo Coordinador, creado por la oposición para facilitar una transición democrática en esta ex república soviética, que pide la dimisión del presidente Lukashenko y la repetición de las elecciones presidenciales del pasado 9 de agosto.

Desde la celebración de las mismas y la sexta victoria del eterno presidente, con más del 80 por ciento de los votos obtenidos, las manifestaciones de protesta no han cesado, congregando a decenas de miles de personas cada domingo y sin muestras de agotamiento, pasados ya 50 días desde la primera convocatoria. Las Fuerzas de Seguridad detuvieron en la protesta del pasado fin de semana a más de 350 personas.

La líder opositora bielorrusa, Svetlana Tijanovskaya, exiliada en Lituania desde el pasado 11 de agosto, ha pedido ayuda y mediación internacional para acabar con la crisis bielorrusa, ejerciendo un papel muy activo. Recientemente, pidió al presidente de Francia, Emmanuel Macron, que adoptara el papel de mediador para poner fin a la incertidumbre y el caos que reinan en su país. Macron, embarcado en un viaje oficial de tres días a Lituania y Letonia, se ha mostrado dispuesto a reunirse con la líder opositora y entrevistarse “si así lo solicita ella”, deduciendo de sus palabras que el encuentro podría producirse casi con toda seguridad.

El presidente francés, que mantiene una excelente relación con su homólogo ruso, Vladimir Putin, podría “influir” en la postura del jefe del Kremlin frente a su país vecino. Rusia y el presidente Putin son ahora mismo el máximo apoyo con el que cuenta el presidente Lukashenko en estos momentos.

Alexievich era una de los dos únicos miembros del opositor Consejo Coordinador que no estaban en la cárcel o en el exilio después de las polémicas elecciones del 9 de agosto.