América Latina

Las “escuelas” donde los paramilitares colombianos enseñaban a niños a torturar y desmembrar

En uno de estos centros de entrenamiento, desapareció un centenar de víctimas utilizadas por los reclutas para practicar

AME7805. SIERRA NEVADA DE SANTA MARTA (COLOMBIA), 28/09/2020.- Fotografía de archivo fechada el 23 de enero de 2006 que muestra al entonces jefe paramilitar colombiano "Jorge 40" (d) durante una rueda de prensa junto al entonces comisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo (i), en un campamento cercano a la Sierra Nevada de Santa Marta (Colombia). Alias "Jorge 40", quien cumplió una condena en Estados Unidos por narcotráfico, regresó deportado este lunes a Colombia donde tendrá que responder por sus crímenes ante la justicia, confirmó el alto comisionado para la Paz, Miguel Ceballos. EFE
AME7805. SIERRA NEVADA DE SANTA MARTA (COLOMBIA), 28/09/2020.- Fotografía de archivo fechada el 23 de enero de 2006 que muestra al entonces jefe paramilitar colombiano "Jorge 40" (d) durante una rueda de prensa junto al entonces comisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo (i), en un campamento cercano a la Sierra Nevada de Santa Marta (Colombia). Alias "Jorge 40", quien cumplió una condena en Estados Unidos por narcotráfico, regresó deportado este lunes a Colombia donde tendrá que responder por sus crímenes ante la justicia, confirmó el alto comisionado para la Paz, Miguel Ceballos. EFEEFEEFE

Destapadas las “escuelas” en las que los paramilitares enseñaban a niños a torturar y desmembrar en Colombia. La investigación del conflicto interno en Colombia ha permitido investigar actividades como las de los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y de los diversos grupos que las integraban, como el Clan Isaza, que no solo reclutaba a menores de edad, sino que los entrenaba en “escuelas” en las que aprendían a torturar y a desmembrar cuerpos.

Un fallo de la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Bogotá consultado por el diario ‘El Tiempo’ relata cómo miembros de ese grupo coaccionaban “a menores de edad para que ingresaran a las Autodefensas Campesinas del Magdalena Medio”, que operaban en los departamentos de Caldas, Cundinamarca, Antioquia y Tolima.

Hasta ahora se conocía la existencia de este grupo paramilitar, pero el informe del Centro Nacional de Memoria Histórica ‘Isaza, el clan paramilitar’ concreta cómo llevaban a víctimas aún vivas a estas “escuelas” para que los reclutas paramilitares “practicaran” con ellas y para enseñarles cómo utilizar estos cuerpos como advertencia a otros vecinos.

"¿Dónde aprendían a desmembrar? En la escuela. Sí, porque le enseña, igual eso, pues no tiene ciencia. Yo miré mucho de eso, igual a mí me tocó ayudar (...). No, que yo cogerle la mano, y otro cortaba e iba echando al hueco”, relata uno de los paramilitares desmovilizados. "Le decían: Salga, que usted me mata a ese man. Usted tenía que salir, matarlo. Y al otro [compañero le decían]: “Usted sale y me lo pica”, explica.

Este grupo paramilitar tenía al menos cinco “escuelas de instrucción militar”. En una de ellas, Palos Verdes, fueron desaparecidas más de cien víctimas, según el relato de un desmovilizado.

El Clan Isaza comenzó a funcionar como Los Escopeteros en la década de 1970 para responder a la presencia de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en Antioquia. Tras el acuerdo de desmovilización de 2006, el grupo se desmovilizó con el nombre de Autodefensas del Magdalena Medio.

Entre medias, el grupo movió toneladas de cocaína y armas y gracias al narcotraficante Gonzalo Rodríguez Gacha, ‘El Mexicano’, se financió el entrenamiento de los nuevos reclutas por parte de mercenarios israelíes y británicos. Uno de ellos era Yaír Klein, quien recientemente se salvó de ser extraditado a Colombia, y entre sus “alumnos” están algunos de los asesinos más temidos en la historia del país.