Internacional

Francia declara el estado de emergencia desde el sábado e impone el toque de queda en París y otras ocho ciudades

Macron lo anunció por televisión señalando que la medida es “pertinente” para evitar llegar a otro confinamiento dada la evolución de la segunda ola en el país

El Presidente francés Emmanuel Macron en el momento que anuncia en una entrevista en televisión las medidas contra la segunda ola del Covid-19 en Francia.
El Presidente francés Emmanuel Macron en el momento que anuncia en una entrevista en televisión las medidas contra la segunda ola del Covid-19 en Francia.BENOIT TESSIERREUTERS

Una medida de excepción ante una situación descontrolada. Francia instaurará desde este viernes a medianoche el toque de queda en nueve ciudades del país -las más tocadas por el virus- entre las 21.00 y las 06.00 horas durante al menos cuatro semanas.

Así lo ha anunciado el presidente Macron este miércoles por televisión señalando que la medida es “pertinente” y permite evitar llegar a otro confinamiento dada la evolución de la segunda ola en Francia. Con ello, las principales ciudades del país, entre ellas París, Marsella, Lyon o Toulouse se verán afectadas por toques de queda que en total afectarán a más de 20 millones de personas.

Francia restablecerá además el Estado de urgencia sanitaria en todo su territorio a partir del próximo sábado, abriendo así la vía a restricciones de movilidad tal y como sucedió durante los meses de confinamiento en primavera. El decreto ha sido aprobado horas antes de que el presidente Macron apareciese en televisión.

Como ya sucedió durante el confinamiento, Macron -que hasta ahora había delegado en su primer ministro la gestión de la segunda ola- ha dado un paso al frente ante la gravedad de las cifras en Francia con esta aparición en televisión. Y lo ha hecho como se esperaba desde hacía ya varios días, con un tono contundente con el fin de crear un efecto “electroshock” entre la opinión pública, tal y como han señalado fuentes del Elíseo, para concienciar a los franceses de la importancia que tiene en este momento el control de esta segunda ola de contagios.

Sin embargo, este toque de queda -aún siendo el más importante- no es el primero decretado en suelo francés durante los últimos meses. Macron espera emular con la medida los resultados de la Guyana, departamento francés de ultramar en Sudamérica que ha aplicado con éxito el toque de queda y donde se logró bajar, de 1,7 a 1,1, la tasa de reproducción del virus (R), un factor clave sobre la velocidad de propagación de la enfermedad.

En la Guayana el toque de queda llegó a decretarse, en la fase más crítica, entre las 5 de la tarde y las 5 de la mañana, los días laborables, y entre la 1 de la tarde del sábado y las 5 de la mañana del lunes. En el periodo álgido de la primera ola de la pandemia también impusieron toques de queda temporales, a nivel local y menos extensos, ciudades como Nancy, Mulhouse, Montpellier, Béziers y Perpiñán.

El objetivo es restringir al máximo el contacto social, incluida la esfera privada. La oposición conservadora, por boca de Eric Ciotti, diputado de Los Republicanos, se mostró favorable a este toque de queda. También la mayoría parlamentaria de Macron ha ido preparando el terreno durante las últimas horas. El primer ministro, Jean Castex, en una reunión con los diputados de La República en Marcha les avanzó que eran inminentes unas medidas que les expondrían “a las críticas y a la impopularidad”, pero que son necesarias.

Actualmente nueve grandes ciudades de Francia están en situación de alerta máxima. Son zonas de alerta máxima aquellas en las que se han registrado al menos 250 nuevos casos por cada 100.000 habitantes en siete días, 100 contagios por cada 100.000 habitantes entre las personas mayores de 65 años y en las que los enfermos de coronavirus ocupan al menos el 30 % de las plazas en las unidades de cuidados intensivos.

París es el lugar que más inquietud suscita por la aceleración de los contagios. Se ha llegado a 413,2 casos por 100.000 habitantes y el 17% de los tests PCR da positivo. El temor es que, en solo dos semanas, las unidades de cuidados intensivos puedan comenzar a saturarse.

En Francia, la cifra de enfermos de la covid en las UCIS ha aumentado de forma constante y fuerte desde el final del verano y se acaba de superar el umbral de los 1.500. Una estadística que, no obstante, está lejos de la que hubo durante la primavera, cuando el 8 de abril llegaron a ser 7.148 las personas con coronavirus que estaban ingresadas en esas unidades de cuidados intensivos.