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Bolivia afronta las elecciones en medio del desabastecimiento

El candidato del MAS, Luis Arce, considerado el delfín de Evo Morales, parte como favorito en los próximos comicios

Carteles electorales promoviendo la candidatura presidencial de Luis Arce, líder del MAS, en El Alto (Bolivia)
Carteles electorales promoviendo la candidatura presidencial de Luis Arce, líder del MAS, en El Alto (Bolivia)Juan KaritaAP

Bolivia es un país tan impredecible como explosivo. Los posibles conflictos políticos y sociales por las elecciones del domingo han llevado a la población a la incertidumbre y han provocado largas colas en las gasolineras, así como un inesperado movimiento en las entidades bancarias y en los mercados de alimentos.

En las elecciones generales del 18 de octubre se elegirá a presidente, vicepresidente, senadores, diputados y nueve representantes supraestatales a parlamentos internacionales para el periodo constitucional 2020-2024 de una “devaluación” de la moneda boliviana, el nuevo presidente del Banco Central de Bolivia (BCB), Agustín Saavedra Weise, enfatizó que “no se considerará en ningún momento la palabra devaluación de la moneda ni dolarización de la economía”.

El sociólogo doctor en Ciencia Política y director general del Centro de Estudios Superiores Universitarios (CESU), Fernando Mayorga Ugarte, manifestó que, con el antecedente de las jornadas de conflicto en octubre y noviembre del año pasado y agosto de este año con bloqueo de carreteras y el desabastecimiento, la gente comienza a vivir “una psicosis colectiva de pánico”.

“Ahora vuelve el temor a un desabastecimiento a causa de enfrentamientos similares a los registrados en octubre y noviembre de 2019 y la especulación por parte de algunos comerciantes; el país vive un trance político, social y económico muy complicado”, advirtió.

El experto reconoció que la profunda crisis socioeconómica, política y sanitaria por la que pasa Bolivia podría llevar a graves enfrentamientos civiles, aunque consideró que se evitaría con el voto ciudadano mayoritario por un candidato y la madurez política de aceptar resultados.

Ayer continuaron las colas de vehículos en gasolineras de diferentes puntos del país para abastecerse de combustible. “Tenemos que abastecernos, por ahí pasa lo mismo que el año pasado, no vamos a tener qué comer y los precios suben. El año pasado el precio de los productos subió un 300%. Lo peor es que ya no había qué comprar”, declaró Mariana Colque, una ama de casa, a un canal de televisión.

Ante la fuerte demanda de la gente, algunos de los vendedores han aprovechado el momento para elevar los precios de los productos más solicitados.

En ese contexto, el ministro de Desarrollo Productivo, Adhemar Guzmán, pidió calma a la población y no realizar compras extraordinarias de alimentos frente a versiones políticas que sólo buscan generar zozobra. Indicó que el abastecimiento y los precios de los alimentos están garantizados, y que tras las elecciones generales del domingo la vida en el país continuará normal.

La sombra de Evo

Bolivia cerró una campaña electoral atípica para las elecciones generales del domingo, en la que apenas hubo actos masivos en la calle hasta la recta final de la carrera por el poder, marcada por la coyuntura de la pandemia. Los seis candidatos que quedan en disputa realizaron en la jornada del miércoles sus últimos llamados a los 7,3 millones de electores citados el domingo 18 en las urnas.

El Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales eligió El Alto, ciudad considerada uno de sus bastiones electorales, mientras que sus principales rivales, Comunidad Ciudadana (CC) y Creemos, optaron por la región de Santa Cruz, donde concentran buena parte de su intención de voto.

El candidato del MAS, Luis Arce, considerado el delfín de Morales, llegó al cierre de campaña como primero en las encuestas, con la duda de si vencerá en primera vuelta o se verá en una segunda probablemente con el ex presidente Carlos Mesa. Y de fondo la pandemia. Bolivia cuenta actualmente con unos 139.000 casos positivos de coronavirus, aunque más del 70% ya están recuperados, con alrededor de 8.350 muertes, pero registrando una curva descendente de contagios y fallecidos.

Estos datos sitúan ahora al país en una situación mucho mejor que meses atrás, cuando aquellas imágenes de muertos en plena calle y fosas comunes ante hospitales y cementerios saturados. La situación por la pandemia llevó a posponer primero del 3 de mayo al 6 de septiembre y finalmente a este 18 de octubre la votación para elegir presidente, vicepresidente, senadores y diputados.

Fin de la carrera sin Evo ni Áñez

La campaña se cierra sin que por primera vez en casi tres décadas esté como candidato Evo Morales, que desde Argentina sigue no obstante dirigiendo al MAS.

El órgano electoral primero y después una corte institucional echaron atrás su intento de presentarse a senador, al incumplir un requisito de residencia en Bolivia, pues lleva fuera del país desde su abrupta salida en noviembre pasado denunciando un supuesto golpe de Estado para forzarlo a dejar el poder pese a haber sido declarado vencedor en las elecciones de octubre de 2019. Luego anuladas entre denuncias de fraude a su favor, que siempre ha negado y que siguen bajo investigación judicial casi un año después de que el país se vea de nuevo ante las urnas.

Y sin que tampoco estén ni la presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, que iba por Juntos, ni el ex mandatario Jorge Quiroga, de Libre 21, que se retiraron para propiciar que se concentre el voto en un candidato capaz de evitar que el MAS retorne al poder.