Francia

Francia: El terrorismo siempre vuelve

El terrorismo, del tipo que sea y en especial el yihadista, no conoce de agradecimientos. Cualquier cesión que se haga ante ellos lo interpretan como una victoria y, por ende, una derrota del enemigo

Agentes de Policía en el suburbio de Conflans St Honorine, donde tuvo lugar el ataque
Agentes de Policía en el suburbio de Conflans St Honorine, donde tuvo lugar el ataqueCHARLES PLATIAUREUTERS

El terrorismo siempre vuelve con su siniestra realidad. No hace muchos días, los franceses recibían alborozados la noticia de la liberación de una compatriota, secuestrada durante varios años en Mali por el JNIM, la franquicia de Al Qaeda en el Sahel, sin reparar que, a cambio, habían sido puestos en libertad 204 terroristas presos en cárceles de ese país africano y se habían pagado 10 millones de euros. Junto a la ciudadana gala, también fueron liberados dos italianos y un destacado político maliense. El terrorismo, del tipo que sea y en especial el yihadista, no conoce de agradecimientos. Cualquier cesión que se haga ante ellos lo interpretan como una victoria y, por ende, una derrota del enemigo. La decisión de cometer un atentado ayer y decapitar a un profesor probablemente se incardina en las venganzas reclamadas a los musulmanes por las dos bandas yihadistas, el Estado Islámico, Daesh, y Al Qaeda, por la republicación en la revista «Charlie Hebdo» de las viñetas de Mahoma.

No hace muchos días, los vecinos de París vieron de nuevo correr por la calle la sangre de sus conciudadanos víctimas de un atacante que, fruto de su fanatismo, de sus ansias de matar, no se había enterado de que la publicación había cambiado de sede y que sus víctimas nada tenían que ver con la misma. A diferencia de España, donde la percepción del peligro yihadista es cero, según las últimas encuestas, Francia se toma muy en serio el asunto y ya están en marcha una serie de medidas destinadas a evitar la fanatización de los más jóvenes e inculcarles los valores del republicanismo que siempre han caracterizado a una nación en la que la libertad se escribe con mayúscula. También se ha lanzado la idea, muy atinada, de que los imanes se formen en suelo galo. En definitiva, una batería de proyectos que, de llevarse a cabo, pueden aliviar un problema que crece por momentos.

Los expertos terroristas galos saben que los acuchillamientos que protagonizan los terroristas son consecuencia de que el yihadismo, a causa de las medidas que todos los países adoptan para frenar la pandemia de coronaviurus, tiene que centrarse en acciones individualizadas y contra personas elegidas al azar. Los atentados contra objetivos “blandos” (grandes concentraciones de personas), como los llaman los terroristas, son prácticamente imposibles porque son las propias Fuerzas de Seguridad las que evitan dichas reuniones de masas.

Francia es abanderada en la lucha contra el yihadismo, lo tiene sobradamente demostrado, pero amparar negociaciones con terroristas no parece una buena idea.