Corea del Norte

Un informe de HRW denuncia torturas y agresiones sexuales a los presos en Corea del Norte

El uso de patadas, puñetazos o palos para golpear a los arrestados es continuo, señala la ONG

Activistas surcoreanos queman banderas y retratos del líder norcoreano, Kim Jong-Il, durante una manifestación contra Corea del Norte
Activistas surcoreanos queman banderas y retratos del líder norcoreano, Kim Jong-Il, durante una manifestación contra Corea del Nortelarazon

Los detenidos en Corea del Norte son sometidos a torturas, humillaciones y agresiones sexuales por parte del sistema de justicia penal que los considera “menos que un animal”, según el primer informe que detalla la brutalidad de las condiciones de detención preventiva del país.

La ONG Human Rights Watch presentó hoy un nuevo informe en el que ofrece una pormenorizada descripción del brutal sistema de prisión preventiva en el régimen norcoreano a través de entrevistas con personas que fueron arrestadas en su día en el país asiático.

La investigación, titulada “'Valíamos menos que un animal': Abusos y violaciones del debido proceso durante la detención preventiva en Corea del Norte”, subraya las lagunas del sistema penal y del marco jurídico del país, que resultan en la tortura generalizada y sistemática de aquellos que son arrestados.

A través de entrevistas con 46 norcoreanos que han sufrido o trabajado para el sistema, el informe describe los procedimientos y abusos que suceden desde el arresto hasta la celebración o no de un juicio, así como las condiciones inhumanas que soportan los presos, algunos de los cuales no logran sobrevivir al arresto.

El uso de patadas, puñetazos o palos para golpear a los arrestados es continuo y generalizado entre los investigadores (para forzar una confesión) o los guardias en las cárceles, que hacen un “uso sistemático de las posiciones de estrés”, según destacó hoy en la presentación online del informe el vicedirector de HRW para Asia, Phil Robertson.

Los centinelas obligan a los prisioneros a pasar horas en estas mismas e incómodas posiciones, a veces hasta 16 horas seguidas, según el informe, que señala que si un preso se mueve, o bien el infractor solo o el resto de la celda serán castigados con más puñetazos, patadas o varapalos.

“Me golpearon durante horas y horas. Es sorprendente lo que el cuerpo es capaz de aguantar”, comentó hoy durante la presentación Cho Chung-hui, funcionario provincial norcoreano que llegó a Corea del Sur en 2011 y que en el Norte fue arrestado preventivamente en dos ocasiones.

El reporte también resalta que “algunas mujeres detenidas indicaron haber sufrido acoso y agresiones sexuales, incluidas violaciones” por parte de distintos funcionarios del régimen que participan en el sistema.

Los detenidos se hacinan además en unas celdas con nulas condiciones de higiene, comida insuficiente y ausencia de calefacción para soportar las gélidas temperaturas del invierno norcoreano, que en ocasiones pueden alcanzar los menos 20 grados centígrados. El informe elabora una serie de recomendaciones al régimen para “poner fin a la tortura endémica y al trato cruel, inhumano y degradante en centros de prisión preventiva e interrogación”. EFE