Bolivia

El heredero de Evo Morales arrasa un año después del fraude electoral

Los sondeos a pie de urna otorgan una amplia victoria a Luis Arce de MAS, que podría ser proclamado presidente de Bolivia sin necesidad de la segunda vuelta

Seguidores del Movimiento al Socialismo (MAS) festejan el triunfo de su candidato Luis Arce afuera de la Casa de Campaña hoy, en La Paz (Bolivia).
Seguidores del Movimiento al Socialismo (MAS) festejan el triunfo de su candidato Luis Arce afuera de la Casa de Campaña hoy, en La Paz (Bolivia).Martin AlipazEFE

El candidato del Movimiento al Socialismo, Luis Arce, se perfila como nuevo presidente de Bolivia a falta de la confirmación oficial del escrutinio que se va completando a un ritmo lento tras las elecciones del domingo. El sucesor de Evo Morales sale vencedor en los principales conteos rápidos, que le otorgan una victoria amplia en primera vuelta que ya ha sido reconocida por la presidenta interina Jeanine Áñez, por la oposición y también por la Organización de Estados Americanos, aunque los resultados definitivos aún pueden demorarse varios días.

Poco parece importar que el cómputo oficial apenas superase el 20% el lunes a mediodía. El principal líder opositor Carlos Mesa reconocía la derrota con rotundidad: “Quiero que quede claro que Comunidad Ciudadana asume que el resultado que conocimos ayer (domingo), define claramente un ganador en primera vuelta”, afirmó junto a su compañero de fórmula y señaló que el pueblo boliviano les había encomendado “ser la cabeza de la oposición democrática del periodo 2020-2025.”

Horas antes, en la medianoche del domingo la presidenta interina Jeanine Áñez también felicitaba a los candidatos del MAS y les pedía "gobernar pensando en Bolivia y en la democracia. “Aún no tenemos cómputo oficial, pero por los datos con los que contamos, El Sr. Arce y el Sr. Choquehuanca han ganado la elección”, escribió en su cuenta de Twitter, poco después de conocerse dos conteos rápidos de firmas independientes que llenaron el vacío de información oficial.

El cómputo que llevan a cabo las autoridades electorales avanza muy lentamente después de la decisión del Tribunal Superior Electoral de suspender el Sistema de Difusión de Resultados Preliminares poco antes del arranque de las votaciones por inconsistencias en las pruebas realizadas. El año pasado una interrupción del conteo rápido en las fallidas elecciones desató un estallido social que provocó 36 muertos y la renuncia de Evo Morales después de 14 años en el poder, que tuvo que salir precipitadamente del país. Este domingo electoral se desarrolló sin incidentes a pesar de una campaña electoral tensa y la gran polarización social. El secretario general de la OEA Luis Almagro, principal observador internacional en los comicios, que en 2019 señaló corrupción en el proceso, también felicitó al MAS por su victoria en primera vuelta.

La encuesta a pie de urna encargada por la Fundación Jubileo, vinculada a la Iglesia católica otorgó el 53% de los votos a Arce y a Mesa un 30,8% en base a conteos rápidos en 4.389 mesas de votación sobre un total de 34.157 y un margen de error inferior a un punto y medio. Otro estudio de la encuestadora Ciesmori le dio 52,4% de apoyos a Arce y el 31,5% a Mesa, seguido de Fernando Camacho con el 14,1%, Chi Hyun Chung con apenas el 1,6% y Feliciano Mamani 0,5%.

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Elecciones BoliviaTeresa Gallardo

Si estos resultados se confirman harían presidente a Luis Arce, economista de 57 años, sin necesidad de acudir a una segunda vuelta ya que habría obtenido más del 50% de los votos. Según la ley boliviana para conseguir el triunfo en la primera ronda se requieren más de la mitad de los votos o alcanzar el 40% con una diferencia de al menos 10 puntos sobre el segundo candidato.

Los resultados han sorprendido a todos los analistas que daban por hecho que habría que volver a votar a finales de noviembre.

“Reconduciremos el proceso de cambio sin odio, aprendiendo y superando nuestros errores como el Movimiento Al Socialismo (MAS)”, dijo Arce al verse como el probable nuevo presidente y adelantó que “construiremos un gobierno de unidad nacional” para “gobernar para todos los bolivianos”.

Su primera medida será aprobar un Bono Contra el Hambre a todos los bolivianos desempleados para enfrentar la crisis generada por el coronavirus y pronto deberá pronunciarse sobre el regreso de Evo Morales, de quien fue ministro de Economía y arquitecto de su plan económico y que continúa exiliado en Argentina.

“Es la primera vez en la historia que Bolivia ha votado mayoritariamente por unas siglas más que por un liderazgo”, dice a LA RAZÓN Marcelo Arequipa, politólogo de la Universidad Católica Boliviana San Pablo, quien piensa que las primeras medidas de Arce irán encaminadas a tender un puente con la poderosa agroindustria de Santa Cruz, motor económico del país y opuesto al MAS.

“Habrá que ver si sigue adelante con su plan de no pagar la deuda externa durante dos años para ahorrar, invertir y dinamizar el consumo.”

Arequipa también prevé un distanciamiento con su predecesor Evo Morales. “Arce es un tecnócrata, no tiene base social y quien sí la tiene es Choquehuanca, que estaba muy en contra de la reelección de Evo”. Un nuevo equilibrio de fuerzas que aleja al ex mandatario indígena de pisar pronto suelo boliviano.

“Primero debe resolver sus asuntos judiciales, aún hay demasiados factores que dificultan su vuelta”.