Venezuela

La salida de Leopoldo López de Venezuela va a reequilibrar el poder en la oposición

El líder disidente tendrá más libertad y capacidad de acción en Madrid que en la embajada de España en Caracas

Fiscalía pide al Supremo declarar organización criminal al partido de Guaidó
Fotografía de archivo fechada el 18 de febrero de 2019 que muestra, desde la izquierda, a la opositora Lilian Tintori, esposa del político Leopoldo López; el jefe del Parlamento de Venezuela, Juan Guaidó, el diputado opositor de la Asamblea Nacional Juan Andrés Mejía y Fabiana Rosales, esposa de Juan Guaidó, durante una rueda de prensa, en Caracas (Venezuela). La Fiscalía venezolana pidió al Tribunal Supremo de Justicia (TJS) que determine si el partido Voluntad Popular (VP), que lidera Leopoldo López y en el que militó durante toda su carrera hasta enero pasado Juan Guaidó, es una "organización criminal" y por tanto disolverloMiguel GutiérrezEFE

Leopoldo López ha estado más de seis años privado de libertad dentro de Venezuela, de los cuales han sido tres años y medio de encarcelamiento en la prisión militar de Ramo Verde seguido de un arresto domiciliario de 21 meses más 18 meses refugiado en la embajada de España en Caracas. Su fuga de la legación diplomática y posterior salida de Venezuela es una de las acciones más audaces de este opositor, pero también un cambio en su estrategia de juego. Seguramente en todo este tiempo tuvo oportunidad de negociar su salida y exilio del país pero siempre decidió dar la lucha desde la prisión pagando el altísimo costo personal y familiar que eso significa.

Leopoldo ha sido un actor que por sus posturas y su visión del juego político opositor genera tensiones y divisiones en el seno opositor, solo con ver su tránsito por Primero Justicia (partido del cual fue uno de los fundadores con un grupo de políticos y dirigentes de su generación) donde se generó un cisma en el que una las facciones estaba encabezada por él. Luego vino su paso por Un Nuevo Tiempo, partido fundado y dirigido por Manuel Rosales y finalmente la fundación de su propia formación, Voluntad Popular. Todo ello dice mucho de su talante.

La fuga de la residencia del embajador español en Caracas deja dudas sobre la seguridad o capacidad del régimen, al menos que hayan hecho la vista gorda con su salida y prefieran que esté fuera que en el país en su condición de huésped/asilado. Recordemos que existen grandes lagunas y contradicciones sobre las acciones del 30 de abril de 2019, donde se dice que altos funcionarios del régimen venezolano estaban implicados, que estaban en contacto con representantes de otros Estados y, sin embargo, continúan formando parte de las altas esferas del poder.

Desde el exilio tendrá muchísima más libertad y capacidad de acción que en la embajada de España en Caracas. Los contactos directos con representantes de gobiernos, instituciones internacionales, medios de comunicación, empresarios le dará otra perspectiva y capacidad de generar apoyos, al mismo tiempo que con certeza introducirá tensiones en el campo opositor que debe reacomodarse después del 5 de enero de 2020, cuando expire el mandato de la Asamblea Nacional. Veremos cómo los pesos de Juan Guaidó y parte de la dirigencia opositora y de los partidos políticos en el país, Julio Borges y otros dirigentes en Bogotá, Miami, Washington DC y Madrid, se reequilibran y seguramente entrará en una fase con más dinamismo.

Roberto Abdul es presidente de la asociación civil Súmate en Venezuela