Terremoto
Ascienden a 91 los muertos y cerca de mil heridos tras el fuerte terremoto en Turquía y Grecia
El seísmo ha provocado el derrumbe de una decena de edificios en la ciudad turca de Esmirna y ha sacudido varias islas del sureste de Grecia
El terremoto que el pasado viernes sacudió las costas del mar Egeo ha dejado al menos 91 muertos, dos de ellos en la isla griega de Samos y los 89 restantes en la provincia turca de Esmirna, donde se han derrumbado unos veinte edificios.
La cifra de víctimas probablemente aumentará, ya que los equipos de AFAD, el servicio de emergencias de Turquía, ayudados por helicópteros y aeronaves no tripuladas, continúan la labor de búsqueda y rescate de numerosos ciudadanos que siguen atrapados bajo los escombros, según informó el servicio en su web.
El seísmo, de 6,8 grados de magnitud y con epicentro en el mar Egeo, se produjo a las 11:51 y se sintió en todo el Egeo y en la mayor parte de Grecia, así como en grandes zonas de Turquía occidental.
Al menos 4 bloques de pisos se han derrumbado por completo, y los expertos de AFAD trabajan en un total de 17 edificios en varios barrios de la ciudad de Esmirna, la tercera mayor de Turquía, con 4 millones de habitantes.
El seísmo, registrado en torno a las 13.51 (hora peninsular española), ha derrumbado hasta el momento al menos una docena de edificios de Esmirna, de los cuales cuatro han quedado completamente destruidos en los distritos de Bornova y Bayrakli, según han podido confirmar el alcalde de la ciudad, Tunç Soyer, y el gobernador provincial, Yavuz Selim Kösger, al diario turco ‘Haber’.
El empresario Özgür Aktepe, dueño de una empresa de construcción, relató a Efe por teléfono que se hallaba en un restaurante cuando sintió “una sacudida y un ruido raro”, y al salir vio colapsar un edificio en construcción al otro lado de la calle.
“Al saber de más edificios derrumbados, envié 15 camiones y maquinaria de construcción a los sitios afectados. Mis ingenieros, que participan en las labores de rescate, me cuentan que algunos edificios colapsaron como si estuvieran hechos de arena”, agregó.
Según el constructor, los ingenieros estiman “que es imposible sacar vivas a las personas que pudieran estar dentro”.
En la isla griega de Samos, que dista apenas diez kilómetros del epicentro del seísmo, se han contabilizado dos muertos y ocho heridos.
Los fallecidos son dos adolescentes de 15 y 17 años, un chico y una chica que iban del instituto a sus hogares cuando quedaron atrapados por un muro que se derrumbó en una calle estrecha.
Los menores fueron localizados gracias a que sus padres encontraron sus teléfonos móviles junto a los escombros. Los equipos de rescate encontraron a la chica ya muerta mientras que el joven fue trasladado inconsciente en estado muy grave al hospital, donde falleció.
De las doce víctimas mortales en Turquía, una es una mujer que fue arrastrada por un pequeño tsunami provocado por el seísmo, cuyo epicentro se halla a 17 kilómetros de Seferihisari, en la costa turca.
Según explicaron a la prensa turca las autoridades de la localidad costera de Sigacik, en el municipio de Seferihisari, la víctima, una mujer de edad avanzada, había salido de su casa en silla de ruedas al sentir el terremoto, pero fue arrollada por las aguas turbulentas que de golpe anegaron las calles del pueblo.
Aunque no se observó una ola espectacular, el agua subió alrededor de un metro en las calles y arrastró numerosos enseres y mobiliario urbano antes de dispersarse al cabo de media hora.
Un centenar de embarcaciones del puerto de yates de Sigacik rompieron amarras y se hallan a la deriva, según la cadena NTV.
Sin embargo, los mayores daños se han producido en barrios de la ciudad de Esmirna, mientras que las localidades circundantes han registrado solo daños menores, según explicaron testigos a Efe.
“Estaba atravesando la bahía de Esmirna y el barco experimentó una fuerte sacudida. Al mismo tiempo, me llamó mi hijo para contarme que la casa había temblado mucho, pero luego vi que solo se rompieron algunas botellas. En Karsiyaka, un distrito al norte del centro, no se registraron daños”, contó a Efe en conversación telefónica un vecino, Mehmet Sahin.
“Lo peor era el tráfico tras el terremoto: durante horas, la gente intentaba abandonar el centro de la ciudad”, agregó Sahin.
El gobernador de Esmirna, Yavuz Selim Kösker, pidió a la ciudadanía no usar el coche para no obstruir el paso de ambulancias y vehículos de rescate.
Tras el seísmo se han sentido un centenar de réplicas, de las que 21 superaron los 4 grados de magnitud, según AFAD.
Las autoridades han recomendado a la población de ciertos barrios de Esmirna no pernoctar en sus casas y AFAD ha trasladado a la zona afectada 960 tiendas de campaña, 4.500 mantas y más de 3.000 camas, amén de cocinas móviles y material de primera necesidad para atender a los ciudadanos que se han quedado en la calle.
El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, llamó al presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, para ofrecer sus condolencias, y ambos mandatarios se aseguraron mutuamente su disposición a enviar ayuda si fuese necesario, según relató Erdogan en una comparecencia televisada.
A pesar de que se ha sentido en toda Turquía occidental, con graves daños en edificios observados también en provincias vecinas de Esmirna, el terremoto no ha afectado a Estambul, situada a 330 kilómetros al norte, aunque algunos vecinos de la ciudad aseguran haber percibido el temblor.
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