América del Norte

“Sin Georgia, todas las esperanzas para la reelección de Trump se esfuman”

las palabras del presidente aumentan el enfado de su base y calientan una olla a presión que está a punto de hacer explosión

"Reza por nuestra nación" se puede leer en un cartel de una carretera de Goergia (EE UU)
"Reza por nuestra nación" se puede leer en un cartel de una carretera de Goergia (EE UU)Ben MargotAP

Ray Charles ya nos lo decía. Mientras todas las miradas se centran en Pensilvania y Nevada, hay un Estado que podría acabar con toda esperanza del presidente Trump a ser reelegido. Georgia debe ser la principal preocupación del presidente. Y es que, en las últimas horas, Biden parece haber superado a Trump en este Estado sureño. Sin Georgia, todas las esperanzas para la reelección del presidente se esfumarían. Este estado, considerado por muchos como un baluarte republicano, podría resultar clave. Trump no tiene posibilidades de ser elegido si pierde.

Pero esta ventaja es muy pequeña, y es que apenas separan al presidente de su contrincante unos 1500 votos. Las autoridades electorales del Estado sureño ya han anunciado que, debido a la muy pequeña diferencia entre ambos, se procederá a un recuento oficial de las papeletas. A diferencia de otros estados donde la polémica ha estado servida por la prohibición de contar con observadores en las salas de contabilización, en Georgia han anunciado que representantes, tanto demócratas como republicanos, estarán presentes en el recuento.

Mientras, Trump sigue negándose, como por otra parte venía anunciando desde hace meses, a aceptar el resultado de las urnas. Nos encontramos ante una crisis política con graves consecuencias. La transición de poder pacífica es necesaria, y muchos estadounidenses están empezando a preocuparse por el futuro inmediato del país. Grupos armados han hecho irrupción en ciertas ciudades de Pensilvania, y las tensiones son cada vez mayores.

En un país tan polarizado como Estados Unidos, las palabras del presidente están inflando las sospechas, aumentado el enfado de su base y calentando una olla a presión que está a punto de hacer explosión. Si los ánimos no se rebajan, no se puede descartar una respuesta violenta por parte de la población en los próximos días. El mundo está expectante.